Atilra: ni medidas ni fuerza

Escribe Bárbara Carrillo

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El “consejo nacional lácteo”, encabezado por el secretario general de Atilra, Héctor Ponce, anunció una medida de fuerza… que fue tomada por los trabajadores como una nueva burla. La misma consiste en trabajar a reglamento a partir de las cero horas del viernes 9, hasta las 24 horas del domingo 12 de julio, absteniéndose de trabajar los días francos y sin realizar horas extras. La “medida” fue anunciada mediante un comunicado.

Si no fuera porque los trabajadores de la industria láctea están bajo la línea de fuego en medio de la pandemia, sería hasta risueño. En primer lugar, las grandes plantas, como Danone, ya habían avisado de antemano que no iban a trabajar el fin de semana ni hacer horas extras. En segundo lugar, en las industrias donde podría llegar a concretarse la medida -como algunas plantas de SanCor-, los delegados, opositores a Ponce, les comunicaron a los trabajadores que ellos no van a adherir y que no pueden garantizar que no haya represalias para quienes lo hagan. En resumen, una “medida” que nadie hará efectiva.

Ahora bien, ¿qué motivó este anuncio? Según el consejo directivo nacional, se debe a que las industrias lácteas del país se han negado a otorgar el incremento salarial correspondiente y "han rehuido conformar la comisión de actualización prevista en el convenio colectivo de la actividad". Señalan, además, un récord de ventas.

Desde hace más de cuatro años que los trabajadores de la industria láctea vienen perdiendo poder adquisitivo. Sobre todo, desde de la reforma del convenio colectivo, donde el salario quedó atado a los premios por presentismo y producción, por la traición de Atilra.

El comunicado de Ponce anuncia que el gremio se encuentra en "estado de alerta" y que los trabajadores deberán esperar los siguientes pasos a seguir. Pero si la primera medida de fuerza que toman, no le hace ni cosquillas a las patronales, tampoco hay ninguna seguridad de que se lleve adelante un plan de lucha a futuro.

Por otra parte, el “consejo nacional” no hace mención alguna al tema de más interés y preocupación para los trabajadores lácteos: la inexistencia de protocolos para prevenir el contagio de Covid-19 en los lugares de trabajo.

En Danone Longchamps, ya hay un caso confirmado. Pero su detección no se produjo porque la patronal haya realizado testeos, sino porque este trabajador se lo hizo por cuenta propia. Una vez conocido el resultado, la patronal se limitó a aislar a los contactos estrechos, sin hacer testeo alguno. En la planta de Sunchales de SanCor, ya hay tres casos positivos y otros aislados en el centro de distribución de zona norte. Lo mismo ocurre en las PyMEs, en las cuales además las patronales llevan adelante un agudo ataque contra los salarios y puestos de trabajo.

La conducción de Atilra está a contramano de todo el activismo del movimiento obrero. En este momento, cuándo más que nunca deberían estar en defensa de los trabajadores, sale al rescate de las patronales, haciendo lobby para que se vuelva a inyectar millones sobre SanCor y repartirse las migajas de lo que fue una de las principales plantas del país. Atilra no defiende el salario, no defiende los puestos de trabajo, y está dejando a los trabajadores en manos de las patronales que los enferman.

En el movimiento obrero hay una tendencia a la deliberación y a la acción. Prueba de esto es la lucha librada por el Sutna, en defensa de un protocolo obrero, y las ocupaciones de fábrica como la que se dio en BedTime. Los trabajadores del frigorífico Penta siguen en lucha por sus puestos de trabajo. Y así, se puede seguir nombrando ejemplos de importantes luchas. El activismo de los trabajadores lecheros debe tomar en cuenta estos ejemplos para llevar adelante un verdadero plan de lucha, en coordinación con todas las fábricas. Por un protocolo de los trabajadores, que se debe completar con testeos pagos por la patronal. En defensa de todos los puestos de trabajo y en defensa de un salario mínimo igual a la canasta familiar.

Esto solo puede ser llevado adelante si los trabajadores nos sacamos de encima el lastre de estos traidores que han entregado el salario y la vida de los lácteos a las patronales.

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