Pandemia: ¿en qué “fase” estamos los obreros?

Escribe Juan Ferro

Tiempo de lectura: 3 minutos

La realidad de la cuarentena en el movimiento obrero indica que, cualesquiera sean las decisiones de la “apertura”, la curva de contagios sube.

Las fábricas esenciales y el transporte ya tienen su propia dinámica de contagios. La suspensión de tareas de determinados turnos y los respectivos aislamientos se suceden casi semanalmente. Se sale de un contagio en un sector y aparece otro, en otro turno o sector. Así es como prácticamente están paradas todas las fábricas del neumático.

En la alimentación, ya suman 200 los infectados. Hay covid19 en Granja Tres Arroyos, en Mondelez de Pacheco, en Alijor -un muerto-, Ledevit, Cerealko, Dai Angela, Okebon, Puratos, Bedtime, Fargo, Proteínas Argentinas, Saborísimo, Prosavic, frigoríficos Santa Giulia, Avellaneda y Frigolomas, en Fate, Pirelli, Firestone, Unilever Pilar, Unilever Tortuguitas, Danone, Acindar La Matanza, en los talleres ferroviarios, en la UTA -con más 150 infectados-, en decenas de sedes de supermercados, en el subte, en Bagley, en Acoplados Salto, Cattorini, Procter y decenas de talleres metalúrgicos.

Han explotado, literalmente, los protocolos patronales cuyo eje fueron el lavado de manos, provisión de alcohol en gel y alfombras sanitizantes. La curva ascendente de contagios plantea para la clase obrera la defensa de sus propios protocolos.

El aislamiento mínimo en las líneas de producción lleva a la disminución de los ritmos y de la propia producción. Esto vale para los frigoríficos, vacunos y avícolas, los frigoríficos y las cooperativas de pesca, y para las líneas de envasado de la alimentación, pero también para las automotrices.

La contaminación en vestuarios, baños y comedores, donde en general se hacinan los obreros antes y después de realizar sus tareas, lleva a una modificación sustancial en todas las fábricas. Mientras que las patronales bregan para que al trabajador se le pague recién cuando marca tarjeta en su propia sección, es necesario que la jornada se pague dese el ingreso y hasta el egreso efectivo de las plantas.

La definición de “contacto estrecho” es objeto de una pelea a muerte. En la caracterización de las patronales, cuantos menos trabajadores afecte, menos afecta los costos. Para los trabajadores, llevar a cero los contactos estrechos es una reivindicación fundamental, como se ve en las luchas que hoy se libran en el movimiento obrero, y ha llevado a un paro nacional del Sutna.

Hay una negativa cerrada de las patronales a hacerse cargo de los hisopados, cuyo precio está en el orden de los seis mil pesos.

Los comités mixtos han explotado. Hoy, en pleno desarrollo de la pandemia, si las patronales no aceptan bajar los ritmos de producción, reducir las horas de trabajo y realizar inversiones sustanciales en las estructuras de baños, vestuarios y comedores, sus industrias van a un colapso laboral.

Para el movimiento obrero todo lo que se logre en materia de bajar los ritmos de producción y asegurar mejores condiciones de trabajo pasará a ser un derecho adquirido de aquí en más.

En muchos casos se ha avanzado. El mantenimiento del pago por presentismo se mantiene en suspensiones por fuerza mayor. Incluye el pago de los premios a la producción por las mismas causas, el pago del 100% a los trabajadores de riesgo, el aumento del tiempo entre el ingreso del trabajador a la planta y su labor y el alargamiento del tiempo para ir a los vestuarios (que significa la disminución de las horas reales de trabajo); el pago de viáticos al transporte de todos los compañeros que no tengan servicio de charter de las empresas y que cada uno de esos chárters cuenten con un enfermero a bordo. Después de todo eso, por supuesto, también sí lavarse las manos y utilizar alcohol en gel.

Es necesario que se considere el Covid19 una enfermedad profesional y no esté sujeta a las “comisiones médicas” patronales. Una de las grandes batallas es la eliminación de la ART.

Los protocolos obreros deberán ser discutidos en asamblea, de acuerdo a las condiciones de trabajo. Llevados a un congreso de trabajadores, sería una lucha de conjunto del movimiento obrero.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera