Las chilenas salen a las calles a repudiar a los tribunales del Estado

Escribe Javiera Sarraz

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Durante este miércoles, organizaciones de mujeres de todo Chile llamaron a protestar en repudio a la sentencia del Juzgado de Garantía de la ciudad sureña de Temuco que liberó a Martín Pradenas, violador de Antonia Barra, un caso de violencia contra la mujer que ocupó todos los medios. El estado de sitio de Piñera no impidió que la convocatoria acabara en un gran cacerolazo nacional, cortes de calles y movilizaciones, muchas de las cuales, fueron organizadas desde asambleas y ollas populares.

El caso Antonia Barra

La consigna de la manifestación nacional fue “Justicia para Antonia Barra”, una chica de 20 años de Temuco que en octubre del año pasado se quitó la vida ,luego de que Martín Pradenas la drogara en una fiesta y la llevara a la fuerza a una cabaña para violarla.

Después del suicidio, las amigas de Antonia les mostraron a su familia unos audios de Whatsapp que ella les había enviado, donde narra la agresión sexual y culpa a Pradenas. También se sumó como evidencia audios de las mismas características que Antonia había mandado a su ex novio.

La familia de Antonia llevó adelante una acción judicial contra Pradenas, y una campaña mediática exigiendo justicia. Gracias al apoyo de organizaciones de mujeres, ollas comunes y asambleas populares de todo Chile, la campaña llegó a todos los canales chilenos de televisión, y no pasó mucho tiempo para que éstos mismos mostraran una de las evidencias más importantes del caso: la filmación de una cámara de seguridad dónde se mostraba a Pradenas forzando a Antonia a entrar a la cabaña donde ella relató haber sido violada.

Luego de la repercusión mediática del caso, Pradenas realizó una demanda contra la familia de Antonia, reclamando no divulgar fotos, videos, ni información personal de él. El tribunal de Temuco acogió la demanda y ordenó a la familia a eliminar las publicaciones en redes sociales que lo acusan de violador; pero en respuesta al tribunal, el movimiento de mujeres llamó a subir fotos de Pradenas a todas las redes e instaló como tendencia los hashtag #NosotrasSeremosTuVoz, #MartínPradenasViolador, y #JusticiaParaAntonia.

Finalmente, éste miércoles se realizó el juicio contra Pradenas, y aunque el juzgado de Temuco lo declaró culpable por el delito de violación, ordenó sólo arresto domiciliario, descartando la prisión preventiva y la cárcel.

La jornada de lucha

Luego del dictamen final del juzgado, las organizaciones de mujeres y medios independientes de comunicación, convocaron a una multitudinaria movilización que recorrió todo Chile - desde la ciudad nortina de Iquique, hasta la ciudad austral de Punta Arenas- para exigir condena de cárcel a Pradenas, y denunciar que su impunidad se debe a los vínculos económicos y políticos que la familia del violador tiene con el poder político de la ciudad a través del partido ultraconservador Unión Demócrata Independiente (UDI).

Durante las movilizaciones, se registraron más de 200 detenidas por parte de carabineros y militares, por lo que las organizaciones lanzaron una rápida campaña con nombre y fotos de las detenidas exigiendo su inmediata libertad, y levantamiento de cargos judiciales de cualquiera de ellas.

Cabe recordar además, que la movilización del movimiento de mujeres coincidió con la sesión de la cámara del senado chileno que aprobó el proyecto de retiro del 10% de las AFP; por lo que luego los trabajadores chilenos continuaron con los cacerolazos y cortes de calles en advertencia al gobierno de Piñera por si llega a vetar el proyecto.

La culpa es del régimen social y político

El caso de Antonia abre nuevamente en Chile el debate sobre el origen de la violencia contra la mujer. Diversas organizaciones feministas han reforzado en sus declaraciones las consignas del “sexo contra sexo”, señalando que la sentencia del tribunal se debe a la condición de hombres de quienes la tomaron, o que la corrupción o violencia del Estado se debe al machismo. Sin embargo, la crisis de régimen en Chile que obliga diariamente a las trabajadoras y trabajadores a chocar contra el Estado, también ha desarrollado al interior del movimiento de mujeres la posición de que el caso de Antonia es un ejemplo modelo del abuso del Estado por influencia de los intereses políticos a los que representa.

En la comprensión de que el origen de la doble opresión y violencia contra las mujeres deviene de la organización social del Capital y del carácter de clases del Estado, es que la fracción socialista al interior del movimiento de mujeres debemos salir, discutir e intervenir en cada una de las luchas vivas que surjan.

El movimiento de mujeres cumple un rol fundamental en la lucha de clases en Chile, que en la situación política actual, vuelve a abrir perspectivas revolucionarias. El Estado es responsable y las dos millones de mujeres del 8M siguen en pie.

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