Escribe Tribuna Estatal Tendencia
Tiempo de lectura: 2 minutos
El jueves 23 de julio, los trabajadores de Promoción Social y la Junta Interna (ATE) fueron atacados brutalmente por una patota identificada con el sindicato de municipales de la ciudad (Sutecba). Dicha patota ingresó al Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat (bajo la dirección de María Migliore) atropellando y golpeando con palos a los y las trabajadoras del organismo que realizaban una medida de lucha por mejoras en las condiciones de trabajo, estabilidad laboral, elementos de protección de calidad y protocolos sanitarios para desempeñar tareas en contexto de pandemia.
Este accionar de la burocracia sindical no representa un hecho aislado. La patota que responde a Amadeo Genta ha actuado históricamente como fuerza de choque del gobierno para amedrentar cualquier tipo de organización independiente contra la precarización laboral y las mejoras salariales. En el transcurso de 5 meses de aislamiento social y obligatorio, Sutecba no puso peros a la obligatoriedad de realizar tareas presenciales, no emitió comunicados pidiendo aumentos salariales o que exijan el cumplimiento de protocolos efectivos que impidan contagios y garanticen las condiciones sanitarias de quienes se exponen.
Otra cara de la misma moneda la protagonizan los auxiliares de las escuelas en la ciudad. Aunque se encuentran cerradas, son intimados a realizar tareas en ellas durante la semana, con ausencia total de insumos de higienización y limpieza. Estas condiciones son contrarias al protocolo establecido por el ministro de educación Nicolás Trotta, quien pretende reanudar las clases presenciales en establecimientos educativos.
A comienzos de la pandemia, Larreta ha dispuesto a cientos de trabajadores municipales (mediante decretos y disposiciones de emergencia) a trabajar bajo la órbita de un único ministerio (Desarrollo Humano y Hábitat) como “trabajo esencial” para desarrollar tareas de asistencia sanitaria. Ante la negativa, hemos recibido amenazas de suspensión de contratos y aprietes virtuales para ir a territorio, la gestión de Migliore ha pasado de la palabra al hecho: la patota de Sutecba.
Las condiciones de trabajo a la que nos sometemos los municipales son tan graves y apremiantes que opacan cualquier cifra histórica. Toda la planta de trabajo territorial y técnica es contratada bajo monotributo, por períodos de 3, 6 y 12 meses. Organismos de crédito internacional avalan esta precariedad, el BID y el Banco Mundial emiten préstamos de “urbanización” donde se contratan profesionales y técnicos bajo estas condiciones. Las licencias durante la pandemia están suspendidas, compañeros que sostienen cotidianamente sus tareas en la distribución de bolsones y puestos sanitarios se encuentran cobrando salarios inferiores a los $25.000, sin bonos, aguinaldos, ni ART. La situación es agobiante para quienes trabajamos en el nervio central de la pandemia en todo el país. Exigimos la expulsión inmediata de la patota comandada por Amadeo Genta, la identificación y desvinculamiento de los responsables materiales de las agresiones a nuestros compañeros, Larreta y la ministra Migliore son los responsables políticos de este atropello.
Denunciamos las condiciones de trabajo precario por monotributo, con salarios congelados hace más de un año, pago de aguinaldo en cuotas y sin paritarias.
Necesitamos aumento de salario urgente que se equipare con la canasta básica familiar. Estabilidad laboral en planta permanente.
Protocolos sanitarios supervisados por los trabajadores e insumos de higienización y distanciamiento para tareas en espacios cubiertos.
Llamamos a todos los trabajadores municipales a repudiar las patotas y a convocar asambleas virtuales y presenciales en cada sector de trabajo por las reivindicaciones inmediatas.