Por una gran asamblea territorial en Quinta Normal

Escribe Partido Obrero Revolucionario (Chile)

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La situación para la clase trabajadora en Chile es crítica. Con un desempleo al alza cifrado en un 11,5% el mes de junio, el hambre campea en las comunas obreras que a punta de ollas comunes y solidaridad resisten la inclemencia de la crisis sanitaria y alimentaria en curso. Para el pueblo trabajador, esta situación, que se ve terriblemente agravada por la pandemia y la puesta en marcha del desconfinamiento anunciado por el gobierno, no es más que sinónimo de nuevos contagios y muertes que, en la comuna de Quinta Normal, con un posible nuevo colapso hospitalario producto del rebrote, vendrán a abultar aún más las estadísticas sanitarias -que ya cuentan más de 5.500 casos en la comuna, 155 muertes y más de 200 casos activos por coronavirus.

Claro es para todos y todas que por más anuncios gubernamentales la intención de Piñera no es más que pagar con la vida de las y los trabajadores los costos de la recesión económica capitalista y su “recuperación”; línea compartida por el municipio que, durante el último tiempo se ha limitado a aplicar medidas que nada han podido hacer para detener la catástrofe comunal, ya que la sola repartición de cajas de alimento apenas ha podido dilatarla.

En este sentido, es evidente que la solución no vendrá del gobierno ni de las autoridades municipales de manera voluntaria; hasta el momento la ayuda sólo ha provenido desde los mismos vecinos y vecinas que han estado organizando en base a la solidaridad decenas de ollas comunes. Las asambleas populares, por su parte, en ausencia de cualquier protocolo y material sanitario garantizado por el Estado a la población han debido tomar los resguardos sanitarios que están a su alcance para contener la expansión del virus. También, las ollas y asambleas han participado activamente en las movilizaciones, cacerolazos y protestas que se han desplegado contra la violencia de género, la justicia clasista y misógina del pinochetismo, y por el retiro del 10% de los fondos de pensiones -que, aunque aliviará un poco, en una situación desesperante como la actual, sólo será un pequeño respiro para la clase trabajadora.

Frente al desarrollo de la crisis, todas las organizaciones territoriales -ollas comunes, asambleas, cordones, colectivos, etc.-, junto con mantener la movilización de las y los vecinos por cada una de sus demandas, debemos pujar por construir una gran Asamblea Territorial en la comuna para que todas y todos podamos deliberar un programa y un plan de lucha independiente para reclamar al gobierno y confrontar con el régimen de Piñera y Pinochet.

Este programa debe contemplar: el fin de las AFP y la nacionalización de los fondos de pensiones bajo control y administración de las y los trabajadores activos y jubilados; el mantenimiento y la extensión de las cuarentenas donde ya las hay, y pelear por una cuarentena total, sin descuentos, despidos ni suspensiones en todo el país; testeos masivos, comedores populares, albergues y medidas sanitarias emanadas desde las mismas asambleas territoriales en nuestras poblaciones; el reclamo por un sueldo para los desocupados y jubilados igual a la canasta familiar; y, sobretodo, un programa que retome la senda de octubre por el Fuera Piñera, por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, y por un gobierno obrero. En esta perspectiva, esta instancia buscará, en conjunto con las otras asambleas territoriales y centrales de trabajadores, la realización de una gran Asamblea Popular nacional para deliberar, en todo el país, una verdadera salida de la clase trabajadora.

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