Salta: quiebra estatal y más endeudamiento

Escribe Olga Céspedes

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En un tratamiento exprés, la legislatura aprobó sobre tablas dos proyectos enviados por el Poder Ejecutivo de la provincia.

La primera ley es la “restauración de la sustentabilidad de la deuda pública provincial”, una restructuración de los títulos de deuda del Fondo de Reparación Histórica (FRH) por 38 millones de dólares. El segundo proyecto convertido en ley establece un nuevo endeudamiento de la provincia con la Nación, a través del Fondo Fiduciario, por 2.100 millones de pesos. El total de la deuda provincial oscila los 40.000 millones de pesos, aunque un alto porcentaje se encuentra nominado en moneda extranjera.

Los honradores de deuda

Entre “denuncias” al anterior gobierno de Urtubey -a quien le votaron los títulos en cuestión-, los diputados y senadores oficialistas llamaron a “honrar los servicios de deuda” y a “cumplir con los acreedores para no entrar en default en beneficio de cada uno de nosotros”. Por su parte, el bloque pejota-kirchnerista saludó la “restauración de la sustentabilidad” en consonancia con la negociación de la deuda nacional de los Fernández. Lo que nadie explicó es qué se hizo con los millones de dólares que se adeudan, que debían ir a obras en el norte provincial que nunca se realizaron. En un nuevo encubrimiento, los diputados votaron una comisión bicameral de seguimiento y control, una nueva farsa. Para comenzar con la negociación de la deuda provincial, el gobierno de Sáenz dispondrá de todos los “instrumentos financieros que juzgue más apropiados”. Oficialistas y opositores, con un optimismo mesiánico, exaltaban los beneficios de esta restructuración: reducción de intereses, de capital y un período de gracia. Con respecto al Fondo Fiduciario, la provincia renunciaría a la coparticipación provenientes de Nación.

La estrategia del FIT-U

El único voto en contra fue de Claudio Del Plá quien, usurpando la banca del Partido Obrero salteño, se explayó para hacer un análisis técnico de la deuda. Alentando ilusiones pequeñoburguesas, Del Plá opuso al endeudamiento su proyecto de “impuestos a las riquezas”; en cambio, estuvo ausente en su discurso el llamado a la organización de los trabajadores por el no pago de la deuda. Del Plá reemplaza la acción directa de las masas por un parlamento hostil a los trabajadores. Para el diputado, la reorganización social pasa por que la crisis la paguen los capitalistas y no por un gobierno de trabajadores que es el único capaz de trasformar la sociedad. Un completo abandono del carácter socialista de un tribuno obrero.

Una estrategia socialista

Las declaraciones del ministro de economía, Dib Ashur, es una confesión de la quiebra estatal en la provincia. La recaudación ha caído 7.000 millones de pesos debido a la huelga tributaria por parte de la burguesía local en nombre de la cuarentena. Alrededor de 8.000 trabajadores formales e informales han sido despedidos o suspendidos. Los 2.100 millones pesos que Fernández enviará a Sáenz no será para equipar el sistema de salud pública, tampoco ira para un plan de viviendas que respondan las demandas de miles de familias que toman terrenos ante la imposibilidad de pagar alquileres. Dib Ashur anunció que la recaudación solo alcanza para gastos corrientes por lo tanto no está en su órbita abrir las paritarias que debían discutirse en julio para el conjunto de los trabajadores estatales.

Mientras se procesa esta crisis por arriba, el descontento de los trabajadores crece. En estos días se movilizan y coordinan sus luchas los trabajadores mineros despedidos por Mansfield que acampan hace más 40 días por su reincorporación, artistas callejeros que exigen un subsidio para realizar la cuarentena, los trabajadores de casino que pelean por el salario y contra las suspensiones, los remiseros que siguen exigiendo la libertad de los presos por luchar contra las mafias de las agencieras y los vendedores ambulantes atropellados por el aparato represivo. Los docentes ponen en pie asambleas en Aguaray, Mosconi, Orán y en la Capital salteña por el no regreso a clases presenciales y por la apertura de las paritarias. Los trabajadores de la salud inician asambleas en los hospitales y salitas en los barrios frente al creciente contagio de COVID-19 en el sector.

Para avanzar en nuestros reclamos debemos rechazar el pago de la deuda cuyos recursos solamente sirvieron para rescatar a la oligarquía salteña y a las patronales. Sigamos por el camino de la coordinación de las luchas para poner fin al régimen hambreador capitalista con un gobierno de trabajadores.

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