Programa “PC docentes”, un negocio redondo para los capitalistas

Escriben Mercedes Colou y Gustavo Guida

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Una encuesta realizada por CETERA, en el mes de julio, le puso números a un cúmulo de problemas que aquejan a los trabajadores docentes que trabajan en forma virtual. Según la encuesta mencionada el 70% de los trabajadores docentes no disponen de una computadora en forma permanente y el 60% no tiene conectividad.

El gobierno nacional anunció el 28 de julio la solución “nacional y popular” a la falta de medios tecnológicos para trabajar: el programa PC Docentes. Este programa tiene dos claros objetivos: enchufarle al trabajador el costo de hacerse de una herramienta de trabajo fundamental para la continuidad pedagógica virtual y ofrecer un negocio redondo a los capitalistas del rubro.

Ganancias para los capitalistas, endeudamiento para los trabajadores

Sin embargo, el plan “PC Docente” tiene su fecha de nacimiento bastante antes, el pasado 9 de mayo. Ese día, por teleconferencia, Trotta se reunión con CTERA, UDA, SADOP y AMET. Y le adelantó a la cúpula sindical docente que “se está trabajando con el Banco Nación en el lanzamiento de una línea de crédito para que los docentes puedan comprar una computadora” (P/12, 09/05). Esta orientación política no fue rebatida in situ por ninguno de los dirigentes gremiales presentes. Meses más tarde, una vez consumada la política de endeudamiento y el rechazo general de la docencia, CTERA se acordó de reclamar al Estado la provisión de “herramientas en forma gratuita” sin impulsar ninguna acción de lucha (cetera.org.ar, 31/07). El “rechazo” es pura alharaca.

Para acceder al crédito el docente debe tener un ingreso de hasta $64.500 (equivalente a 4 salarios mínimos). Este endeudamiento, con sueldos que no llegan a cubrir la canasta familiar, con planes de 36 cuotas cuyo valor puede oscilar entre $1.700 y $3.400 según el modelo de computadora elegida, saca de foco el reclamo al Estado de la provisión gratuita de todas las herramientas de trabajo para la modalidad virtual.

Lo impulsado por Trotta, en complicidad con las burocracias sindicales, está por detrás hasta de la novísima Ley de Teletrabajo, que obliga al empleador a costear todos los gastos que demanden las herramientas de trabajo para prestar servicio.

Además de naturalizarse este mecanismo de mayor explotación sobre el trabajo docente, es una oportunidad de negocios para los capitalistas del sector porque disponen de un mercado enorme y cautivo. Señalemos que, a nivel nacional, hay más de 1 millón de docentes y la mayoría carece de computadoras.

Las empresas que acordaron con el gobierno abastecer la futura demanda subsidiada, no ofrecen tecnología de punta. A su vez el gobierno informa que sobre estos precios ha obtenido una rebaja del 20% de su valor, pero cuando se busca información de las listas de precio en casas de computación se puede observar que por esos valores se pueden conseguir computadoras de mejor calidad por un precio similar. Dentro de las ofertas más accesibles de notebooks, están las que se conocen como Cloudbook (económico), que no sin dificultad sirven para trabajar en Word o hacer videollamadas.

La preocupación del ministro Trotta por “la conectividad virtual de las escuelas” es más un guiño para la industria del hardware-software y los importadores que para la docencia, porque el Estado subsidia la demanda de computadoras obsoletas. En conclusión, los capitalistas realizan grandes ganancias a costa del Estado y el endeudamiento de los trabajadores.

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