UBA: "perspectiva de género" con educación sexual arancelada

Escribe Camila Pérez

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La Secretaría de Extensión de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA publicó la inscripción a la diplomatura de educación sexual integral, dedicado a todas las carreras de la universidad y estudiantes de otras instituciones que quieran inscribirse. La misma tiene un costo de 14 mil pesos, siendo la única diplomatura, de toda la UBA, que otorga puntaje en Capital Federal en el listado docente. La iniciativa fue lanzada por primera vez el año pasado y se reitera ahora en formato virtual, como parte del sistema de “recursos propios” bajo el cual se embanderan las autoridades de Filo.

En cualquier caso, constituye una avanzada privatista sobre los contenidos necesarios para nuestras carreras. En Filosofía y Letras venimos atravesando una serie de reformas de nuestros planes de estudios por las que presionan las autoridades, a las que un amplio sector estudiantil de carreras como Historia y Letras se han resistido, denunciando que ninguna propuesta de los planes nuevos se adecúan a los requerimientos para la formación profesional -ni siquiera Ciencias de la Educación incorporó la ESI entre sus materias de grado- sino que son un recorte de contenidos. Entre los planteos del movimiento estudiantil que se han colocado para añadir a las carreras está la inclusión de Educación sexual Integral. Ante esto, la política de las autoridades es clara: su oposición permanente a la incorporación de esta temática se haya fundamentada en su búsqueda de un incremento de la recaudación de “recursos propios”.

La diplomatura privada es, entonces, triplemente grave. Por un lado, por lo ya mencionado sobre los planes de estudio y el reclamo de los estudiantes; por otro, porque para el ingreso a la docencia y la toma de horas es necesario el puntaje; por último, porque la educación sexual integral es una de las reivindicaciones fundamentales del movimiento de mujeres que atiende a que la ESI es un derecho, tanto en su enseñanza como en su aprendizaje.

El arancelamiento y el recorte de estos contenidos forman parte de una política general; mientras sucede esto en la UBA, en el instituto Joaquín V. González el gobierno de Larreta persiste todos los años en su intento de cierre del postítulo, siendo éste el único gratuito en toda la zona metropolitana. Después de todo, es la mismísima Graciela Morgade -ex decana de la facultad, actual funcionaria del área educativa y ¡redactora del proyecto de ESI!- la que está al frente de la diplomatura, conocida en Filosofía y Letras por su política de “recursos propios” para el financiamiento de la facultad, es decir, a costa de la privatización de contenidos básicos, como se demuestra con esta medida. Queda en evidencia que el planteo de “perspectiva de género y paridad”, en la UBA, que en reiteradas ocasiones las autoridades han pronunciado, tanto señalando su “deconstrucción” como saludando el nombramiento de decanas y funcionarias mujeres en la universidad, es una cortina de humo frente a las necesidades de las estudiantes. No solo no dan una salida a las problemáticas que tenemos, sino que atentan directamente contra ellas, arancelando contenidos. La “perspectiva de género” que no se corre de la política de las camarillas, es decir, del privilegio de los intereses particulares y de los negociados privados con la educación, no mueve el amperímetro de la realidad de los reclamos del movimiento estudiantil y de la mujer.

Es urgente que, en todas las facultades, desarrollemos una deliberación para frenar la privatización de la educación sexual integral y de cualquier contenido. Discutamos entre estudiantes y docentes un plan de acción con medidas de lucha exigiendo la gratuidad de la diplomatura y la apertura de un debate sobre sus objetos de estudio. Convocamos a todo el activismo a impulsar esta campaña.

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