Otro “error”, el Chaco repite

Escribe Juan Ferro

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Recientemente, el bloque del FIT-U en la legislatura porteña se tomó una semana para admitir el “error” de haber votado una ley propiciada por el ministerio de Relaciones Exteriores, el macrismo y el sionismo, que define como delito penal la opinión contra el sionismo, que es equiparada al antisemitismo. Para reparar el “error”, el trío concurrió a la embajada de la Autoridad Palestina en Buenos Aires a proclamar su “defensa de la causa palestina”. Esa Autoridad es una auto admitida colaboradora de los servicios de seguridad del sionismo en su jurisdicción.

Ahora reincide en reconocer un “error”, esta vez en el Chaco, donde por segunda vez contribuye a un quórum parlamentario que necesita Capitanich. En diciembre pasado habilitó la votación del Presupuesto, ahora la venta de tierras y edificios fiscales. Para disimular el quórum que le otorgaron a este inmenso negociado de venta de Capitanich, el aparato del PO (O) utiliza un dispositivo doblemente encubridor. Primero, disimula la confesión de esta colaboración con el ´Coqui´, adentro de un largo artículo que pretende explicar "como luchamos contra el ajuste de Capitanich" (Prensa Obrera, 8/9). Un grotesco arriba de una farsa. Allí, en medio de largas denuncias sobre el ajuste, podremos enterarnos de que "fue un error la acción de nuestro diputado, Aurelio Díaz, en la última sesión extraordinaria, cuando permaneció en la sesión con quórum justo”. Luego, se señala: “Si bien el objetivo de Aurelio fue que se trataran leyes favorables a los trabajadores... correspondía poner por delante la necesidad de enfrentar el paquete de medidas antiobreras (Prensa Obrera, 10/8). El artículo no dice que las “medidas antiobreras” están en el Presupuesto de Capitanich, que salió adelante con el quórum otorgado por el aparato del PO y en este negociado de tierras. El diputado es presentado como un líbero, que juega por su cuenta, por parte de una dirección que se reivindica custodia del centralismo y opositor al derecho de tendencia establecido en los estatutos. Recordemos que una tendencia se encuentra sometida a la disciplina de acción de su partido, en tanto que en este episodio fundamental en el Chaco el centralismo férreo y la unidad de acción se han convertido en la complicidad parlamentaria con un negociado. El episodio del sionismo y los dos episodios de Chaco revelan a una organización donde cada uno hace lo que le viene en gana, o se ´equivocan´ en forma conjunta y luego reparten las culpas.

El segundo aspecto de este encubrimiento es que el aparato del PO le endilga el fardo a Aurelio Díaz. Obsérvese bien: el diputado del PO habría permanecido en el recinto "con el objetivo de que se trataran leyes favorables los trabajadores", algo que ahora se juzga como subsidiario frente al quórum otorgado a las leyes antiobreras. Los dirigentes del PO oficial repiten el mismo pretexto que usaron en diciembre pasado, para justificar el quórum al voto del Presupuesto de Capitanich. Pero en aquella oportunidad, el responsable político del Chaco por el comité nacional, Juan García, defendió cerradamente esa política, asumiendo la responsabilidad por ello: ahora se exime. Pero el diputado del PO del Chaco no hizo más que reiterar lo que estuvo "bien" en diciembre pasado, es decir, que siguió, de nuevo, la línea parlamentaria de la dirección nacional.

El acompañamiento de leyes de la burguesía, en este caso estratégicas, es incompatible con el socialismo. Por eso es significativo que Prensa Obrera no diga nada de un proyecto de ley, referido a la Lotería, que firman el presidente del bloque del PJ, Fernando Pedrini, el ´ajustador´, y Aurelio Díaz, el encargado de luchar contra el ajuste. Semejante connivencia lleva al interrogante de qué hay detrás de estas tramoyas.

La dirección oficial del PO no quiere asumir la responsabilidad política que le cabe, en especial porque responde a una política que ha sido advertida por quienes luego formarían la Tendencia. Se ha manifestado en el Congreso. En la legislatura de Córdoba, el MST, que forma parte del FIT-U, denunció el apoyo a una llamada equiparación salarial que venía con un ajuste. En el régimen establecido en el PO por la fracción oficial, se disculpan como ´errores´ conductas políticas graves y como liquidacionismo la formación de una Tendencia socialista en el marco del centralismo democrático.

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