La juventud se moviliza con el pueblo-nación mapuche

Escriben Luciano Newen y Lucas (Partido Obrero Revolucionario – Chile)

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Con cacerolazos, despliegue de lienzos y barricadas, este martes 11 de agosto nuevamente la juventud de Conchalí se ha manifestado en sus calles por la libertad de las y los presos políticos mapuche y por la conmutación de pena de cárcel por reclusión domiciliaria del machi Celestino Córdova -quien lleva más de 100 días en huelga de hambre-, y el asesinato de Iris Rosales Quiñilen y Rosa Quintana Rosales, comuneras mapuche halladas muertas al interior de una vivienda de su comunidad, en Ercilla.

El método de la huelga para los mapuches, que ha generado gran revuelo -tanto nacional como internacional- durante las últimas semanas, tiene por objeto exigir al estado chileno el cumplimiento del convenio 169 de la OIT: tratado internacional que busca el respeto a la cultura y las formas de vida de los pueblos indígenas, el cual permitiría a los comuneros cumplir sus condenas en sus respectivas comunidades.

El crítico estado de salud de los huelguistas ha despertado la movilización generalizada del pueblo, a la vez que ha sido sistemáticamente confrontada por el Estado. Casi inmediatamente después de la asunción del ministro Pérez, se han cometido -con mayor intensidad- tupidos excesos en el Wallmapu. Tales el caso del violento desalojo de comuneros y comuneras mapuche -por bandas fascistas alentadas por la UDI- de la toma de la Municipalidad de Tirúa, el 5 de agosto, y la detención -con golpiza- a la machi Miriam Mariñan junto a otros 14 comuneros mapuche por parte de Fuerzas Especiales de Carabineros, al día siguiente de la toma en Tirúa.

La lucha mapuche por conquistar su derecho a la autodeterminación, lucha que se expresa en el proceso de recuperación de sus tierras, constituye la respuesta política de este pueblo a la sistemática usurpación de éstas por parte de los capitalistas y el Estado para el desarrollo de la industria forestal y minera -acompañada de su respectivo soporte energético (hidroeléctricas, etc.) y comunicacional (carreteras), a un costo humano y natural enorme; por supuesto, el régimen castiga a quienes se resisten a esto.

Todas las coaliciones y gobiernos de turno burgueses que han gobernado han operado igual. Hoy, el régimen tiene a 27 prisioneros en huelga de hambre, a otros miles de prisioneras y prisioneros políticos de la rebelión popular y, desde 2001, ha dado muerte a una veintena de comuneros. Actualmente, tras la política criminal de Piñera se esconden tanto los intereses de los grandes grupos capitalistas -como los provocadores de incendios forestales Matte y Angelini-, como los de políticos y terratenientes que fomentan la formación de bandas fascistas y su acción xenófoba contra el pueblo mapuche.

Es fundamental que la juventud siga solidarizándose con la causa mapuche y comprenda que sólo un gobierno de la clase trabajadora le podrá garantizar, sin resistencia, la tierra y la libertad que luchan por conseguir. Lo anterior debe constituir un aspecto fundamental del programa revolucionario de la clase obrera. Vecinos y vecinas: ¡Luchemos codo a codo con el pueblo mapuche contra el gobierno de Piñera, abramos el camino a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, y luchemos para conquistar un gobierno de la clase trabajadora!

¡Reconocimiento del convenio 169 de la OIT!

¡Justicia para Iris y Rosa!

¡Libertad a los prisioneros políticos mapuche!

¡Tierra y autodeterminación para el pueblo nación-mapuche!

Fuera Piñera – Constituyente Libre y Soberana – Gobierno de la Clase Trabajadora

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