Tucumán: se agrava la crisis, se extienden y profundizan las luchas y las coordinadoras

Escribe Daniel Blanco

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El reconocimiento, hace una semana atrás, de que en Tucumán había circulación comunitaria del virus, llegó cuando la ola de contagiado se multiplicaba día a día, y todas las medidas de cerrojos de ciudades y barrios se mostraban estériles para impedir la expansión del virus en toda la provincia. A la par de ello, crecía en las redes las denuncias del escenario de saturación de las UTI (unidades de terapias intensivas), y del contagio de personal de salud.

En el caso del Hospital del Carmen, donde hubo dos contagiados entre el personal, el director reunió a todos los trabajadores para plantearles que no se hicieran tanto problema porque al final todo el personal, tarde o temprano, se iba a contagiar. Un discurso criminal.

En simultáneo, comenzaron a llegar las denuncias del estado de abandono de las personas contagiadas y aisladas en centros dispuestos para ese fin. Así, pacientes recluidos en el predio de la Sociedad Rural denunciaron no son asistidos por personal de la salud, que las camas no están separadas por biombos y no se les provee de material sanitario ni de limpieza.

A pesar del agravamiento de la crisis sanitaria, el gobierno decidió mantenerse en la “Fase 5”, señalar que el crecimiento de los contagios se debe a la falta de responsabilidad individual y colectiva de las personas y en sistematizar la acción represiva, que nada tiene que ver con una política sanitaria, sino que está destinado a crear un escenario de intimidación en las barriadas y pueblos donde crece la miseria y el descontento.

La crisis social y las luchas

El nivel de miseria se profundiza. Ahora con el fin de la cosecha del citrus, son decenas de miles de trabajadores que han quedado en la más completa indefensión. El gobierno ha ofrecido duplicar el subsidio intercosecha, llevándolo de 2.500 a 5.000 pesos. Una burla que ha provocado mayor indignación. El martes 18 se produjo una marcha autoconvocada que reunió a más de 200 trabajadores provenientes de varias localidades (Tafí Viejo, Los Naranjos, Leales, La Ramada, San José, Villa Carmela, Alberdi, etc), combinado con varios cortes de rutas en el sur de la provincia. El reclamo de los trabajadores es el pago de un intercosecha de 17.000 pesos para todos los trabajadores, estén en blanco o en negro, y la preservación de la obra social, entre otras cosas. La movilización se dirigió a la sede de UATRE, pero la burocracia cerró sus puertas. Finalmente, los compañeros se dirigieron a la casa de gobierno donde recibieron a una delegación y le respondieron que iban “a estudiar los reclamos”.

La disposición de los trabajadores limoneros es que si no hay respuesta vuelven la semana que viene. Al escenario de las luchas han vuelto a irrumpir los choferes con una acción más decidida de parte del movimiento de “choferes autoconvocado” por la falta de pago de los salarios. De la misma manera se han producido acciones de lucha de los empleados de comercio, los trabajadores de la salud, los judiciales, e incluso de los feriantes, con acciones piqueteras, etc.

Las coordinadoras

La puesta en pie de la Coordinadora de Lucha se ha ido transformando en una referencia creciente para los sectores que se vuelcan a la lucha. A pesar de los obstáculos que presenta el escenario de la pandemia para acciones de masas, ello no ha detenido el clima de deliberación y organización de la vanguardia luchadoras y que los conflictos emerjan empujados por los atropellos y la situación sin salida de la política gubernamental a los reclamos más elementales.

La semana pasada, al calor del plan de lucha que lleva adelante Adiunt (docentes universitarios), en el marco de una asamblea general, se resolvió un paro de 72 horas para los días 25, 26 y 27 de agosto, y una caravana el 25, invitando a la Coordinadora de Lucha. Será una jornada unitaria que servirá para fortalecer las luchas en curso y para destacar el programa de lucha que hoy unifica a los trabajadores Nuevos sectores se han sumado a la Coordinadora de Lucha y se han constituido otras nuevas, en las ciudade3s de Monteros y Tafi Viejo.

Mientras que en Monteros el motor de la coordinación es la docencia autoconvocada, en Tafi Viejo son los obreros del citrus, que en diversas reuniones de cosecheros han ido eligiendo delegados y formando una coordinadora de trabajadores del citrus.

La formación de Coordinadoras de luchas se ha instalado entre un activismo más amplio. Está en debate para unificar el accionar de diversos pueblos del departamento de Leales, en la ciudad de Aguilares y otras. Este proceso avanza al compás de las luchas, de las acciones que las coordinaras que se van poniendo de pie realizan, y de conjunto refleja la necesidad creciente entre los luchadores de encarar acciones de cada vez mayor alcance.

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