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Este domingo las llamas volvieron a apoderarse de las islas del delta del Paraná. Además del ecocidio que significa para las especies autóctonas -los animales huyen como pueden hacia la ciudad de Rosario y alrededores-, esta vez el incendio consumió por lo menos dos viviendas en la zona conocida como "Boca de Milonga". También en Isla Deseada, frente al abandono de las autoridades provinciales y nacionales, fueron los vecinos y los voluntarios de organizaciones ambientalistas quienes enfrentaron a las llamas con lo que tenían a mano.
"Nos dejaron solos", dijo Viviana Botargue, una de las vecinas, al relatar que las autoridades de Entre Rios y la Prefectura Naval Nacional hicieron oídos sordos frente a los avisos que dieron sobre el avance de las llamas. La actividad ganadera-inmobiliaria que se desarrolla en las islas ha generado un proceso de depredación ambiental enorme. El gobernador de Entre Rios, Gustavo Bordet, aseguró que el fuego "se les fue de las manos", pero continúa colocando la responsabilidad en los pescadores y visitantes de la isla, cuando está claro que los incendios son provocados intencionalmente.
En lo que va del año, se llevan contabilizados 18 mil focos de incendio. Mientras tanto, Perotti, Bordet y Cabandié se pasan la pelota y no dan solución alguna. Esto los convierte en cómplices de la situación: la defensa de los humedales es incompatible con la permanencia de los incendiarios y del lucro que persiguen.
Claramente el negociado capitalista motorizado por la ganadería y los negociados inmobiliarios es incompatible con la preservación de la naturaleza. Solo la expropiación de las tierras en mano de los terratenientes podrá colocar a las islas para el disfrute de la población y para la investigación científica, en el marco de un plan de conservación de la flora y la fauna. No es el Estado cómplice de los negociados quien debería fiscalizar, sino las organizaciones ambientales, de trabajadores y los vecinos que allí habitan.
El lema "Basta de quemas" recorre la provincia. Este lunes se volverá a cortar el puente Rosario-Victoria. Miles se congregaron hace dos semanas, cuando el fuego comenzá a crecer nuevamente. El fin de las quemas solo se hara efectivo con la movilización popular masiva en defensa de las islas y el medio ambiente.
