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El conflicto de Loimar ya lleva 9 meses y medio de lucha ininterrumpida, incluyendo denuncias públicas, marchas y acciones de visibilización. Loitegui, sin motivo aparente, mantiene su decisión de los despidos; los compañeros mantienen su voluntad de defender los puestos de trabajo y la producción de ladrillos en la ciudad.
En estos momentos los compañeros debaten la formación de una cooperativa para hacerse cargo de la producción y gestionarla ellos mismos, ante la desidia patronal. Es que las mediaciones o conciliaciones no han llegado a ningún lugar.
La indiferencia del Estado, su “lavado de manos” ante el crimen atroz que se está cometiendo, da claras muestras de su complicidad con Loitegui, de cómo desahucian a los trabajadores, mientras ellos derrochan en un día el sustento de cien familias. Hay que recuperar los puestos de trabajo dignos por los que los obreros han luchado desde hace tantos años; desde el 2008 han ido mejorado las condiciones laborales en Loimar a causa de las jornadas de lucha que llevaron adelante los trabajadores.
El plan del dueño es reabrir con personal reducido. Por un lado, muestra la disponibilidad económica de reactivar la fábrica (que según sabemos ya se podría poner en marcha), y por el otro, el personal que contrate va a entrar con una reforma laboral aplicada, seguramente con un salario menor y con varios derechos menos. No hay crisis productiva: hay un intento de destruir condiciones laborales para maximizar ganancias.
La crisis económica que sufre el país es usada como excusa de parte del Estado y las patronales para precarizar y despedir a los trabajadores en diferentes gremios, a lo largo y ancho del país. Por supuesto que Tandil no es la excepción.
Si algo demuestra todo este proceso, es que la única garantía que tenemos es la organización, unidad y acción conjunta de toda la clase obrera. La perspectiva de la cooperativa, e incluso del proyecto de ley por su expropiación, depende de la capacidad de movilización que podamos poner en pie.
La lucha de Loimar exige una movilización conjunta de los trabajadores de la ciudad. Desde la Tendencia del Partido Obrero proponemos la convocatoria a un plenario abierto de delegados sindicales en apoyo a la lucha de Loimar, por todos los puestos de trabajo y los derechos conquistados, incluido el pago de las deudas acumuladas. Para recuperar sus puestos de trabajo y defender los derechos de toda la clase obrera de Tandil.
¡Viva la lucha de Loimar!
¡Por una asamblea de delegados obreros en Tandil para llevarla a la victoria!