FUBA: auto-perpetuación y ninguna lucha

Escriben Camila Pérez y Juan Manuel C.

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El miércoles pasado se conoció públicamente que la junta representativa de la FUBA (que integran las presidencias de los 13 centros de estudiantes de la UBA) se había reunido para "suspender" las elecciones estudiantiles de cada facultad para 2021. Aprobaron en la misma, por unanimidad, "auto-extender" su mandato. Las actas de la reunión no fueron publicadas por ninguno de sus participantes, por lo que dicho acuerdo podría tener otras ´novedades´ desgraciadas. Saltar elecciones es lo que acaba de vaticinar Duhalde.

Todas las conducciones lo celebraron como una acción unitaria de "responsabilidad sanitaria", tanto por parte de Franja Morada - Nuevo Espacio, como también el Frente de Todos y, además, el oficialismo del Partido Obrero. El último presidente de la federación por la UJS PO, de la fracción oficialista, calificó como "sensato" el voto de la actual FUBA. Los macristas, en este caso, han decidido a favor del aislamiento obligatorio.

La dirigencia de la federación se reunió en forma discreta para convalidar su prórroga. No está al tanto de la inmensa deserción estudiantil y sobre explotación docente que golpea en el marco de la "virtualidad educativa”. La discusión de un plan de lucha de la FUBA y los centros, ante esta crisis universitaria, brilló por su ausencia.

Auto-extensión

Afirmar que la "suspensión" de las elecciones se debe a una responsabilidad sanitaria de las conducciones de la FUBA es, cuanto menos, una impostura. El cierre de las universidades por la pandemia y la imposibilidad de cumplir con los plazos estatutarios electorales (a esta altura del año), habían impuesto en los hechos que las elecciones no puedan realizarse en 2020. En este sentido, definieron auto-prorrogar sus mandatos de forma indefinida. El presidente de Económicas por Nuevo Espacio (Franja Morada) y la presidenta de Filosofía por La Mella (FDT) se apresuraron en “opinar” a Página/12 que las nuevas elecciones de centros deberían empalmarse con las de consejeros (controladas por las autoridades) que serían en… septiembre de 2021 (!) (Página/12, 28/8).

Como se ve, la “auto-extensión” implica el cheque en blanco para una usurpación política (auto-adjudicarse el mandato de todo el 2021). El método elegido no es menor: la junta representativa de la FUBA no tiene atribuciones para prorrogar mandatos a las conducciones (un presidente no tiene potestad de extender mandatos a presidentes de otras facultades y viceversa). Reviste un carácter golpista, por parte de la federación y los presidentes hacia los centros de estudiantes.

Plan de lucha

En lo inmediato, la gravedad de lo ocurrido en la reunión de la FUBA es que esta le dio la espalda a los problemas planteados al movimiento estudiantil por la pandemia y la crisis La falta de conectividad, el ahogo presupuestario, la alarmante deserción estudiantil, la precarización docente bajo la “virtualización”, el avance del capital privado de la mano de las camarillas universitarias (convenio con Shell en Exactas), el arancelamiento de cursos (ESI pago en Filosofía), etc.

Este accionar de la Franja Morada y el kirchnerismo es “consecuente” con la política que vienen desenvolviendo en cada facultad. A lo largo del año no convocaron a ninguna instancia de deliberación para discutir los términos de la virtualidad. Allí donde tuvieron que convocar por presión del activismo (Filosofía y Exactas) se dedicaron a torpedear cualquier iniciativa de lucha.

Un párrafo aparte merece el papel de la izquierda -representada en la UJS “oficialista”, presidencia de Veterinaria y Farmacia- que ha decidido no utilizar su espacio como tribuna para denunciar el accionar de las conducciones burocráticas ante el despedazamiento de la cursada y esta usurpación política. Al contrario, su voto “sensato” de extender los mandatos implica una convalidación a la política de las agrupaciones asociadas al rectorado de la UBA y al rectorado. Mientras en Prensa Obrera decían de convocar a asambleas interfacultades, en los hechos consumaron una reunión discrecional con la Franja y el peronismo para renovar su mandato, sin llevar ninguna moción de plan de lucha.

Una salida a la crisis universitaria

La imposibilidad de realizar elecciones no es excusa para que los estudiantes no puedan mandatar a sus centros y a la FUBA una lucha intensa y sistemática frente a la crisis abierta por la "virtualización". En este contexto, los centros deberían organizarse con asambleas mensuales que consulten permanentemente la orientación de los mismos. La deliberación conjunta se vuelve doblemente necesaria, no sólo por la coyuntura de la cursada sino también ante la falta de elecciones. Planteamos a esto también la convocatoria a un Congreso Extraordinario de la federación (abierta y con derecho a voto) por todos los reclamos.

De cara al inicio del segundo cuatrimestre, en donde continúan las mismas problemáticas, pero existe una organización del activismo, resulta fundamental que -en contraposición a la junta representativa de la FUBA- pongamos en primer lugar la discusión de la crisis educativa actual y una movilización por nuestras reivindicaciones. Para ello debemos partir por una campaña por el rechazo del acuerdo discrecional votado en la FUBA, exigiendo convocatorias a asambleas de los centros en todas las facultades, elección de delegados por curso, un congreso extraordinario de la federación y la elaboración de un plan de lucha por más presupuesto, aumento de salarios a los docentes, protocolo de cursada dirigido por estudiantes y trabajadores de la universidad

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