Un CECEN vaciado y sin plan de lucha

Escribe Micaela Diaz

Tiempo de lectura: 3 minutos

La última asamblea del CECEN, terminó de consagrar una política que viene fogoneando la nueva conducción del centro, Identidad-La Cámpora: la sustitución de los ámbitos de deliberación y resolución colectiva -fundamentalmente, la asamblea-, por las comisiones de “consenso” del Centro de Estudiantes. Este método de funcionamiento impide cualquier tipo de votación al momento de cristalizar posiciones y resolver campañas, derecho fundamental para expresar las posiciones de mayoría y minoría.

La asamblea “interclaustro”, convocada con el fin de agrupar al conjunto de la facultad y resolver un plan de acción frente al masivo rechazo al convenio con Shell, terminó sin resolver ninguna medida concreta. Es que, en última instancia, la oposición al convenio por parte de Identidad fue de la boca para afuera, para cubrirse de un repudio generalizado de parte de estudiantes y docentes. En definitiva, un guiño a las autoridades.

El recurso para evadir cualquier lucha fue el de re-impulsar un viejo petitorio que ya había cumplido su objetivo: marcar el rechazo contundente de parte de la comunidad educativa. Nuestra propuesta de movilización y acción virtual el día que sesione el Consejo superior- que debe aprobar o no el convenio-, presentaba el desafío de movilizar a los centenares que habían firmado el repudio al convenio. Sin embargo, Identidad propuso no votar esta resolución en la asamblea y patearlo a una futura comisión de ambiente.

Lo mismo sucedió con respecto a las reivindicaciones de las mujeres: la asamblea no tendría lugar para discutir la necesidad de becas, cursadas especiales para madres o una campaña del centro por la imperante necesidad del aborto legal. Todo esto debería llevarse a la Comisión de Mujeres, instancia sin votación y nula participación de estudiantes independientes. El trasfondo político es la agenda del “gobierno de Todos”, que postergó hasta nuevo aviso las demandas del movimiento de mujeres.

A pesar de la abstención del kirchnerismo, sí se pudo votar una campaña contra el arancelamiento del único curso de ESI para estudiantes y docentes en la UBA, resolución que todavía no ha sido difundida por los canales del Centro.

Disimular y encubrir

Identidad, quien oportunamente celebró en sus páginas el “exitoso acuerdo de deuda externa” -es decir, la completa capitulación ante BlackRock y compañía-, no se atrevió a plantear la adhesión de la asamblea a este programa de ataque a la educación pública y condiciones de vida, prefirió esconderse en el pérfido desvío del Impuesto a las Grandes Fortunas, el cual, en última instancia, servirá para financiar el pago de la deuda.

Mientras tanto, se aseguran las “grandes fortunas patronales” con subsidios millonarios y la ganancia capitalista a costa de los contagios producto de la vuelta al trabajo. El aumento de casos y el colapso del sistema sanitario tienen lugar por la apertura de la cuarentena y los contagios en los lugares de trabajo, no por las reuniones sociales como dice Alberto Fernández.

La necesidad del rechazo del pago de la deuda externa es la base nodal para discutir cualquier plan de rescate y financiamiento de la educación, salud y ciencia, en el contexto de la pandemia

Frente a la necesidad de que nuestro centro de estudiante impulse una enérgica lucha por Justicia por Facundo, en una situación de extremo encubrimiento político que alcanza al gobierno, la justicia y municipios, hasta la policía bonaerense; nuestra herramienta de lucha ha estado ausente. No sólo en el faltazo a movilizar con el EMJyV y las organizaciones de lucha por la aparición con vida y el pedido de separar a Berni y todos los responsables materiales y políticos, sino que en la propia asamblea, votaron omitir la responsabilidad del Estado y las fuerzas de seguridad en la desaparición forzada de Facundo, aludiendo a una abstracta “violencia institucional”, como si el Estado que ejerce el gatillo fácil y la persecución a la juventud no estuviera comandado por su propia fuerza política.

Método

El fracaso y vaciamiento de las instancias de organización del centro tienen una profunda ligazón con un método que impone el kirchnerismo estudiantil pero que también es acompañado por parte de la izquierda.

En cualquier comisión o asamblea, presenta largos pliegos de posiciones políticas de cada agrupación. Esto genera un enorme desgaste en el activismo y la participación independiente, ya que las instancias que debieran resolver medidas concretas de lucha por los reclamos, fruto del debate, son reemplazados por horas y horas de rosca entre aparatos por los puntos y las comas sobre temas que ni siquiera son tocados en dichas instancias. A través de pronunciamientos pomposos pero vacíos de contenido político y cualquier plan de lucha, el kirchnerismo busca disimular su propia pasividad frente a las autoridades y el gobierno, quienes ejercen una agenda de fuerte ajuste presupuestario.

Llamamos a los luchadores y activistas independientes a discutir los métodos de funcionamiento del centro de estudiantes. Las asambleas y reuniones deben servir para darle una salida y organización a nuestros reclamos. La pandemia y la crisis social necesita de una audaz intervención del movimiento estudiantil, tal como hemos sabido demostrar en luchas pasadas.

La bancarrota educativa y el futuro comprometido al pago de la deuda, requiere más que nunca nutrir nuestras instancias de deliberación y resolver un plan de lucha para Exactas y la universidad en su conjunto.

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