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Los choferes de Bariloche retomaron las medidas de fuerza por falta de pago de salarios. Desde el viernes 11, se cumple otro paro declarado por la UTA. Cada mes pasa lo mismo. Pasa el quinto día hábil y los trabajadores no cobran. En este caso, se les adeudan los haberes de agosto. Pero igual pasó en los meses de junio y julio. En aquella oportunidad, después de 12 días de paro y una movilización histórica de trabajadores y sus familiares, junto a usuarios que acompañaron el reclamo, se saldó parcialmente lo adeudado, ya que quedó pendiente el 18% de aumento pactado para ser pagado desde diciembre de 2019 y la corrección del aguinaldo. Fue una movilización autoconvocada, sin el respaldo de la UTA, que había levantado el paro días antes, sin consulta alguna. Algunos trabajadores recibieron sanciones por haberse movilizados. La tensión entre autoconvocados y la UTA local llevó a la renuncia de tres delegados que finalmente no fue aceptada por UTA central.
El reclamo de pago en tiempo y forma de los salarios y que se salde lo adeudado desde diciembre, sigue en pie por parte de los trabajadores.
Actualmente, el eje de la protesta por parte de los trabajadores, de la Multisectorial del Transporte y del propio intendente Genusso, es que el gobierno nacional pague los subsidios a tiempo. El reclamo de la municipalización del servicio y la apertura de los libros de la empresa al control obrero que llegó a sugerirse en julio sigue siendo adecuado.
La división de las fuerzas obreras está a la vista. La UTA local no representa a los llamados autoconvocados. Y se está constituyendo otro gremio, la UCRA, impulsado por la CTA, que demora en obtener la legalidad y, por ahora, mantiene silencio frente a este proceso.
Mientras los trabajadores no cobren como corresponde, mientras la empresa no resuelva recorridos y horarios, mientras no haya unidades para personas con discapacidad o no haya refugios donde esperar el colectivo, tanto trabajadores como usuarios seguirán padeciendo este transporte público.
Los salarios deben ser pagados por la empresa. No hay que perder de vista esta cuestión elemental. La temporada de verano fue excepcionalmente exitosa. Que abran los libros y allí veremos sus movimientos económicos y podremos constatar la verdadera situación de la empresa. Los subsidios del municipio, de la provincia y de Nación no pueden ser permanentes y mucho menos sin el menor control como viene sucediendo.
La crisis del transporte no hace más que agudizarse. Los trabajadores y los usuarios tenemos que tomar la posta. Nuestro apoyo incondicional a los trabajadores de Mi Bus. Después de seis días de paro, solo les pagaron el 50% del salario, pero no levantan la medida hasta el pago completo de sus salarios.
Hay que llamar asambleas que resuelvan un programa y una acción para que el transporte público sea garantizado tanto para usuarios como para trabajadores. Coordinemos nuestros reclamos.