Perotti y una transición “de porquería”

Escribe Juan Cruz Mondino y Agustín Fernández

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Así llamó Omar Perotti a la transición de gobierno del Frente Progresista Cívico y Social al peronismo.

En efecto, el gobernador electo no ha cesado un segundo de criticar la "pesada herencia", en especial en lo que se refiere a los ingresos que percibe la provincia, junto a los enormes índices de pobreza registrados en Santa Fe. A esto debe sumarse la cuestión de la seguridad, en un régimen fuertemente ligado al narcotráfico, donde la descomposición de las fuerzas de seguridad ha arrojado esta semana la renuncia de los jefes de policía de Rosario, Rafaela y Reconquista.

La provincia cuenta hoy en día con las cuentas en rojo: un déficit fiscal, estimado en 8.200 millones de pesos y fuertes vencimientos de deuda. El ministro de Economía, Walter Agosto, ha anunciado el pago desdoblado del aguinaldo, y que "en este contexto no es posible financieramente una cláusula gatillo pidiéndole recursos al Banco de Santa Fe, que es lo que está ocurriendo en este momento".

Perotti ha anunciado que los estatales el cierre del Poder Ejecutivo y sus dependencias durante todo enero para “ahorrar” recursos. La caja de jubilaciones tiene una deuda mayor a $13 mil millones, y en el estado existen 7.000 vacantes a raíz de jubilaciones que no se pretenden ocupar junto a que un gran sector de precarizados no aporta debido a las múltiples modalidades contractuales a las cuales están sujetos.

La votación del presupuesto 2020 ha revelado otro componente de crisis. Este fue elaborado por la saliente gestión socialista, pero contó con el acompañamiento en el senado del bloque del PJ ligados al sanlorencino Traferri. Ante esto, la nueva administración provincial debuta siendo minoría en diputados y con choques internos en el Senado.

La recesión industrial y la caída constante de la utilización de la capacidad instalada en la industria han creado una masacre laboral. Solo en el rubro metalúrgico, los despidos se cuentan de a miles, sumado a que hay más de 6.000 trabajadores afectados a Procedimientos Preventivos de Crisis, con especial impacto en la zona del gran Rosario. El anuncio del grupo Vicentín, de una supuesta insolvencia para afrontar 350 millones, ha dado como resultado la paralización de la molienda de granos en tres de sus plantas.

Esto flancos de crisis presentan una primera conclusión: lejos de una transición pacífica, todos los desequilibrios explotan por el aire. Según el IPEC, Santa Fe acumuló para todo 2019 un 41,6 % de inflación.

Sin embargo, los trabajadores han dado respuestas. La lucha de los trabajadores precarizados provinciales, nacionales y municipales ha dado como resultado la toma y ocupación de varios ministerios. La supuesta “perla” de Lifschitz, que auto referenciaba su gestión como la pionera en salud y cultura, mostró la hilacha con más de 5.000 trabajadores precarizados, con contratos eventuales y salarios de miseria. Como uno de los últimos actos de su mandato, envió la nómina de 1.717 trabajadores para ingresar en planta permanente. A esto debemos sumarle las movilizaciones docentes por la defensa del salario y las jubilaciones que, aunque discontinuadas, tuvieron una participación masiva, al igual que las enormes concentraciones de los municipales de Rosario contra el pago desdoblado de las horas extra.

La imposibilidad de los municipios de pagar salarios y aguinaldos dejo como resultado que localidades como Maciel y Carcarañá las huelgas se extiendan por más de una semana, con piquetes y cortes de ruta. La gestión provincial se ve fuertemente condicionada por las empresas de la región a la aprobación de la ley de ART, que ya tiene media sanción en el Senado.

El ex intendente de Rafaela ha conformado un gabinete de ex obeidistas y reutemistas. Entre ellos se destacan enemigos declarados de la docencia santafesina como Adriana Cantero, impulsora de la Ley Federal de Educación y clericales opuestos al aborto legal como Silvina Frana de Ministra de Obras Públicas e Infraestructura. La oficialización de los “nombres” del gobierno, dispara contra cualquier expectativa depositada en todo un sector de la clase trabajadora santafesina.

La cuestión principal que se desprende de la situación política es si Perotti logrará obtener los recursos políticos para poner a Santa Fe en sintonía con el ajuste nacional y en la línea una falsa “reactivación productiva”. El movimiento obrero debe tomar nota de ello, y una conclusión: la necesidad de salir a luchar por sus reivindicaciones inmediatas.

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