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La movilización autoconvocada de Enfermería para este 21 de septiembre, Día de la Sanidad, convocó a 1.500 trabajadores en la Ciudad de Buenos Aires. Marcharon de Congreso a Plaza de Mayo, donde realizaron un acto. Sobre el final de la jornada, un grupo de trabajadores fue salvajemente reprimido por la Policía de la Ciudad frente a la legislatura porteña.
Enfermería en lucha
La movilización atrajo a trabajadores, comisiones internas y listas antiburocráticas de la salud de CABA y de provincia. Participaron delegaciones de los hospitales del Quemado, del Mercante, Méndez, Gutiérrez, Álvarez, Posadas, Belgrano de San Martín; los compañeros en lucha del sanatorio Plaza, del Piñeiro, del sanatorio Itoiz, del IREP, Clínica Güemes, Hospital Italiano, Moyano, entre tantos. La jornada tuvo réplicas en numerosas ciudades del interior.
En la Plaza, se montó un escenario de cara a la Casa Rosada. A través de las distintas intervenciones, se desarrolló el pliego de reclamos a dirigido al gobierno nacional. El acto finalizó con la lectura de los nombres de los enfermeros y enfermeras caídos durante la pandemia. Finalizado el acto, un grupo de trabajadores de distintas agrupaciones se movilizaron a la legislatura porteña con un reclamo específico y fueron reprimidos por la policía del gobierno de la ciudad. Como se ve, el gobierno de Larreta tiene tiempo y recursos para reprimir a los trabajadores, pero no para recibirlos y atender sus demandas.
Un programa estratégico
La movilización tuvo lugar en un punto de agotamiento del personal de salud. Cuando el virus golpea a un médico o enfermera, lo hace sobre un cuerpo exhausto a causa del sobretrabajo. De los 20 mil trabajadores contagiados y más de 90 muertos, no se habla. Enfermería es el sector más golpeado, los más precarizados y peores pagos.
Los reclamos de los trabajadores ponen en cuestión toda la política del gobierno. Hospitales “de campañas”, contratos por tres meses, bonos en negro por cuatro meses. Mientras el gobierno piensa a la pandemia como un mal pasajero, el personal de salud pide cambios estructurales, como la reducción de la jornada de trabajo a 6 horas, mediante la creación de un nuevo turno, y un salario básico igual a la canasta familiar. En la movilización se denunció a las ART por desproteger a los trabajadores y se reclamó volver al sistema de jubilación anticipada por tarea insalubre. El gobierno ha dado por finalizadas las residencias del último año en el peor momento, cuando son los residentes una pieza fundamental de la atención sanitaria. Es urgente la incorporación a planta de todo este personal y una masiva contratación de personal de salud como reclaman los enfermeros auto convocados.
La movilización se produce cuando Argentina atraviesa un récord de casos. La pandemia, está cada vez más claro, no es una tormenta veraniega. En numerosos países, sobre todo en Europa, se han producido rebrotes. La vacuna es, todavía, una incógnita, no solo en cuanto a su efectividad sino además por la batalla comercial entre las potencias que se disputan su comercialización. El covid llegó para quedarse. La etapa requiere de cambios profundos en la salud. Hay que colocar nuevamente en la agenda el planteo de la centralización de todo el sistema de salud privado y público bajo un mismo mando.
Los trabajadores conmemoraron el Día de la Sanidad luchando, marcando un rumbo para todos los trabajadores de la salud.