Escribe Plenario de Trabajadoras - Tendencia
¡Aborto Legal Ya! Lunes 28 setiembre, a las 16, radio abierta en Plaza Congreso.
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La pandemia agudiza las consecuencias de la ilegalidad del aborto sobre trabajadoras de todas las edades. El cierre de salitas y consultorios volvió casi inaccesible el aborto no punible (ILE) y el acceso al misoprostol y los anticonceptivos. Alberto Fernández se excusa en el Covid-19 para no mandar el proyecto de legalización al Congreso. “No quiero distraer a la salud pública que ahora está concentrada en la lucha contra el coronavirus”, dijo el presidente que pulverizó la cuarentena en nombre de “convivir con el virus”.
Caradura, la interrupción de embarazo en el primer trimestre es una práctica ambulatoria, alcanza con entregar un puñado de pastillas de misoprostol y garantizar una ecografía a posteriori. Las camas hospitalarias que preocupan a Fernández son ocupadas por mujeres con secuelas de aborto clandestino.
Los gobiernos incumplen los abortos no punibles y se multiplican las nenas de 10 años obligadas a parir. Unicef informa 10 partos por hora de adolescentes.
También crecen las muertas en abortos clandestinos, siempre entre las más pobres de las pobres. La organización norteamericana Human Rights Watch difundió un informe demoledor: “Un mosaico de prácticas dañan de manera desproporcionada a las embarazadas de escasos recursos o con menor acceso a la información sobre sus derechos, exponiéndolas a complicaciones de salud o incluso a la muerte por abortos inseguros, porque las obliga buscar el procedimiento fuera del ámbito y regulación del estado”.
La educación sexual desapareció de las escuelas y los cursos de formación de ESI o se cerraron o están arancelados. La Red de Docentes por el Derecho al Aborto denunció que el Programa Fortalecimiento de la Educación Sexual Integral (ESI), del Ministerio de Educación" tuvo 0% de ejecución en el primer semestre”.
Contra lo que sostiene el gobierno y sus compañeras de ruta, la pandemia demostró el carácter esencial, de vida o muerte, de la legalización del aborto.
Es verdad que ya era inaccesible en la mayor parte de la geografía nacional, con gobiernos que declararon provida a sus provincias, dando rango institucional a una subordinación sin límites al Vaticano. Rodríguez Larreta, que en 2018 -plena marea verde- encomendó la Ciudad “al cuidado del Sagrado Corazón de Jesús” (sic), este año dio vía libre a la objeción de conciencia institucional para evitar los abortos no punibles.
El 28 de setiembre, Día Internacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, siempre nos vio en las calles. Este año, a pesar de la gravedad de la situación, la dirección del movimiento feminista y de mujeres se limita a promover acciones en las redes que eluden cualquier crítica. Las “políticas públicas sobre la mujer” del gobierno FF se han mostrado como pura charlatanería, que sin embargo ha sido útil para la cooptación.
Dirigentes de la Campaña por el Aborto Legal, reunidas la ministra Ely Alcorta, Carla Vizzotti y Vilma Ibarra, les lavaron la cara: "Reafirmaron un compromiso absoluto de presentar el proyecto del Ejecutivo apenas estén dadas las condiciones", dijo Marta Alanis. Una excepción es la dirigente histórica de la Campaña, Martha Rosenberg. "El argumento del gobierno nacional de que el aborto recargaría el sistema de salud es falaz e hipócrita", dice.
Necesitamos imponer el reclamo del aborto legal como una urgencia ineludible, del nivel de la lucha contra los despidos, por el salario, contra el hambre o por el derecho a la vivienda. Las mujeres estamos en la primera línea de todas las luchas: El 74% de la fuerza de trabajo en el ámbito sanitario y social es femenina y está en la primera fila frente al Covid-19. 8 de cada diez docentes es mujer, sometidas al teletrabajo sin límite horario y al cuidado de la propia familia.
Más del 36 de los hogares tiene jefa de hogar, una estadística engañosa. Entre los ricos, es una cada cuatro. Entre los pobres, una cada dos.
En este semestre por lo menos dos de cada diez mujeres perdieron el empleo. La inmensa mayoría son trabajadoras de casas particulares -que agrupa al 21,5% de las asalariadas.
La precarización es una condena vitalicia: mientras estamos activas, nos priva de estabilidad y derechos laborales. Después, nos priva de la jubilación. Según el propio Ministerio de Economía, a la fecha “solo el 11,2% de las mujeres en edad jubilatoria -entre 55 y 59 años- cuentan con más de 20 años de aportes”.
Las trabajadoras bajo convenio luchamos contra las patronales que burlan las licencias por cuidado de hijos en edad escolar e intentan birlarnos las paritarias. Mientras, la burocracia sindical firmar acuerdos infames que autorizan suspensiones, pago parcial de los salarios o aumentos irrisorios.
Las ollas populares y la toma de tierras también tienen cara de mujer. Armamos comedores para cerrarle paso colectivamente al hambre. Somos protagonistas de la toma de tierras para darles cobijo a nuestros hijos. Muchas asambleas han tomado la lucha contra la trata, la violencia -que tiene un crecimiento exponencial- y los femicidios como de primer orden. Reclamamos -y obtuvimos- turnos para el control de las mujeres embarazadas en algunas villas de la Ciudad de Buenos Aires.
El derecho a la maternidad y el derecho al aborto se funden en una misma lucha bajo un régimen social que no reconoce ni el uno ni el otro. En necesario llevar el debate sobre el aborto y la anticoncepción a todas nuestras instancias de organización, y sumarlo al conjunto de reivindicaciones. Es necesario que nuestros compañeros hagan propia esa lucha. Este 28 impulsamos actividades callejeras en frente único con todas las mujeres y organizaciones dispuestas a defender el derecho a ser madres y el derecho a no serlo. Donde no sea posible estar en la calle, proponemos organizar asambleas -presenciales o virtuales- y difusión en las redes en los lugares de trabajo, de estudio y las barriadas.
Están reunidas las condiciones para que el movimiento de mujeres se ponga de pie porque las mujeres ya estamos de pie en todos los frentes de la lucha por la supervivencia.
¡Aborto Legal Ya! Apoyamos el proyecto de la Campaña.
¡Basta de niñas madres!
Acceso gratuito a anticonceptivos y al misoprostol.
Cumplimiento de la ESI.
Separación de la Iglesia y el Estado.