Escriben Mercedes Colou y Gustavo Guida
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La movilización auto-convocada de Enfermería del 21 de septiembre a Plaza de mayo tuvo como base las crecientes luchas de los trabajadores de la salud a lo largo y ancho del país.
Esta tendencia de lucha también se manifiesta en Merlo en un cuadro de ascenso imparable de la curva de contagios y de agotamiento físico y psíquico. La sobrecarga laboral es una de las primeras causas que explica la alta tasa de contagios en el personal. En lo que va de la pandemia, está súper-explotación se cobró la vida de cinco trabajadores fallecidos por covid. El viernes 18 hubo un acto en la puerta Del Hospital Eva Perón y el 21, un acto en el Hospital de Pontevedra.
En el acto del Hospital Eva Perón los trabajadores de la salud expresaron la necesidad de que se cumplan con las condiciones de seguridad e higiene. Hicieron responsables a las autoridades que desde el comienzo de la pandemia desoyeron los reclamos para que provean equipo y todas las condiciones de seguridad. Es que, al no tener los insumos de protección, el 40% del personal se enfermó de coronavirus. También se planteó el reclamo de un aumento salarial, ya que los sueldos del personal de los hospitales municipales son los más bajos de la Provincia. Con un básico de $6.080 y un salario de bolsillo que se compone de diferentes ítems apenas llega a $ 25.000, muy por debajo de la línea de pobreza. Esto es lo que explica en última instancia, más allá de la particularidad de la crisis sanitaria, la sobrecarga laboral. Con eses salario el trabajador está obligado a tener 2 trabajos.
En el Hospital materno infantil de Pontevedra se denunció la sobrecarga laboral del personal médico, que llega a cumplir guardias de 72 hs., así como la falta de equipo de protección y la persecución laboral.
El reclamo de aumento salarial y por mejores condiciones de trabajo es respondido por Menéndez, intendente de Merlo, con el despido de una enfermera y la persecución laboral.
En el marco de un colapso sanitario de todo el sistema de salud de Merlo, Gustavo Menéndez, intendente del distrito, arremete contra los “esenciales”.
La política de persecución y hostigamiento por parte del intendente contra los trabajadores del distrito no es nueva. Tiene una larga historia. En esta oportunidad fue despedida la enfermera Mónica Almada porque, en representación de sus compañeros, reclamó por Elementos de Protección Personal. Luego de una movilización de los trabajadores y de la intervención del sindicato se logró reincorporarla.
Esta política es muy diferente al aumento del 40% que recibió la policía bonaerense luego de la asonada policial que fue saludada por todos los intendentes de la provincia, incluido Menéndez.
Esta política municipal es criminal por partida doble porque, por un lado, ataca los derechos laborales y el sustento del personal de sanidad y, por otro lado, destruye las posibilidades de una buena prestación de salud para la clase trabajadora, asediada por la pandemia y la crisis social.
Esta realidad crítica debe ser atendida con más personal sanitario, mejores condiciones de trabajo y mejores salarios, no con despidos y ajuste.
Es un reclamo de primer orden la reincorporación de todos los trabajadores despedidos y Asambleas en cada Hospital para organizar todos los reclamos:
Centralización del sistema de salud público y privado bajo el control de los trabajadores.
Salario igual a la canasta familiar $80.000.
Reducción de la jornada de trabajo a 6 horas con el mismo sueldo.
Pase a planta permanente de todo el personal contratado.