Impresionismo, derrotismo e ignorancia

Escribe Norberto Malaj

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El ´oficialismo´ ha despedido 2019 con un editorial en Prensa Obrera online que no tiene desperdicio. De acuerdo a Solano, el ajuste del gobierno FF “triplica el que en el 2000 quiso y no pudo aplicar López Murphy”. Entonces, “una movilización inmediata … no solo inmovilizó el ajuste sino que eyectó (a LM)... En cambio, Alberto Fernández logró hacer pasar este paquetazo sin que se mueva un pelo” en el país (primer párrafo, 31/12).

Solano utiliza la analogía para sacar conclusiones derrotistas.

En realidad no sabe de lo que habla por partida cuádruple. El ajustazo de De la Rua en 2000 no tiene la autoría de López Murphy, para entonces ministro de Defensa. No solamente decretó un impuestazo que afectó en un cien por ciento el consumo, sino que decretó una rebaja nominal del 13% de las jubilaciones. Fue el ‘impuestazo’ de otro radical, Machinea. La reacción al paquetazo en ese momento fue, lamentablemente…..nu-la – lo contrario de lo que dice Solano. De la Rua-Chacho Álvarez acababan de asumir el gobierno.

En febrero de 2000, la única reacción contra el recorte de Machinea fue una movilización convocada por Hugo Moyano, sin perspectiva de continuidad. Sin embargo, Jorge Altamira la caracterizó como precursora de un acortamiento del mandato de De la Rua.

El ‘ajuste’ de López Murphy ocurrió un año más tarde, en marzo de 2001, y ni siquiera salió de la carpeta debido a una conspiración política encabezada por Cavallo para sacarlo de Economía. El gobierno de la Alianza ya estaba en ruinas, luego del ‘affaire’ Banelco y la renuncia nada menos que del vicepresidente. A finales del año previo, el PO ya había lanzado la consigna Fuera De la Rua con una intensa agitación política, incluida una fuerte intervención en la Legislatura porteña. La movilización que encabezó Franja Morada contra LM, debido a que afectaba la caja de la UBA, no tuvo entidad sino como expresión de una riña en la coalición de gobierno. Solano debería tomarse un tiempo de sus vacaciones para leer El Argentinazo, el Presente como Historia, de Jorge Altamira.

Una de los aspectos que distingue el ajuste de los Fernández del de De la Rua, es que eleva los derechos de exportación, amplia el impuesto a los bienes personales, grava el turismo al exterior y suspende los contratos que establecen el aumento de tarifas de los servicios. Los economistas han evaluado estas medidas de en 1.6 del PBI, unos u$s8 mil millones. Kicillof se ha metido ahora en un entuerto en el afán de establecer un impuesto progresivo rural que llegaría al 75%. Los Fernández hicieron efectiva, a su modo, al menos por esa suma, la consigna que ”la crisis la paguen los capitalistas”, cuya factura el FIT-U, por otra parte, nunca ha precisado.

Los u$d8 mil millones que tributarán los capitalistas del agro servirán para pagar a otros capitalistas, acreedores de la deuda externa. Asimismo, de haber un acuerdo sobre la deuda, este será en perjuicio de los compradores iniciales de los bonos argentinos y en beneficio de quienes los recompraron con descuentos.

El punto estratégico del paquete de los Fernández es, por sobre todo, el propósito de convertir al sistema previsional, que para el ministro Guzmán es “inflacionario”, en un régimen de pensión a la vejez. Este es el gran desafío que se viene, porque en marzo AF decretará un ajuste de la jubilación que estará por debajo de la inflación para quienes ganan encima de la mínima y mandará un proyecto de ley para terminar con el sistema previsional vigente. Este proyecto no se limita a un ‘ajuste’, pues implica la confiscación directa del derecho fundamental de los trabajadores para después de la vida laboral. Observemos, de todos modos, que el ajuste previsto en la ley actual – 11 y pico en marzo, casi 16% en junio -, todavía es inferior a la inflación y supone una reducción jubilatoria, incluida la categoría mínima. El ‘jóven’ Solano emprende el camino del derrotismo, porque, frente a una lucha que está por delante, en lugar de ofrecer una orientación se esfuerza por mostrar que los trabajadores están políticamente en ruinas.

Del mismo modo, el aumento fijo ‘no remunerativo’ de los salarios, apunta con toda probabilidad a condicionar las paritarias, incluso someterlas al arbitrio del ‘pacto social’. ¿Qué significa esto? No una derrota sino un campo de lucha. En definitiva, ahora entramos a una ‘transición’ en serio, con el añadido de la crisis de deuda y la injerencia del FMI Hace casi 150 años, Lenin editó “Cartas a Kugelmann” que Lenin para refutar , dice en el Prefacio, la “concepción bastarda del marxismo” que en vez de procurar una línea de desarrollo y empuje al movimiento revolucionario anteponía siempre las dificultades. “Nuestros intelectuales marxistas rusos –Lenin explica– debilitados por el escepticismo, atontados por la pedantería, inclinados a las retractaciones, rápidamente fatigados de la revolución y que sueñan como con una fiesta, con sus exequias y su prosa constitucional, deberían aprender de Marx. Deberían aprender del jefe y teórico del proletariado la fe en la revolución, la manera de llamar a la clase obrera a defender hasta el fin sus objetivos políticos inmediatos y la firmeza de carácter que no tolera las jeremiadas pusilánimes después de los fracasos momentáneos …”.

El ´oficialismo´ pregona ahora ultimatums a las masas, con lo cual delata su impotencia, su falta de estrategia y que es impotente, y que se guía con fines ajenos a los del proletariado.

Solano para engañar a los giles titula su texto “Entre el pago de la deuda y la sombra de la rebelión popular”, que no prevé ni prepara, ni siquiera luego de las advertencias del chubutazo y ahora del mendozazo, y cuando el Wall Street Journal editorializa que “El ‘oasis’ latinoamericano se hunde en el caos”.

1/1/2020

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