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En la jornada del martes 13 de octubre -a tono con el dicho popular que colocar a los martes 13 como promotores de las desgracias- algunas escuelas técnicas de la Ciudad reabrieron sus puertas para el ingreso de algunos grupos de estudiantes y profesores.
El gobierno porteño también dice querer revincular a los estudiantes que no han tenido contacto con la escuela y propiciar un sentido de pertenencia con la institución, para cerrar el ciclo lectivo. Ahora bien, no ha pasado ni una cosa ni la otra.
Los y las docentes de las escuelas técnicas que reabrieron en la jornada del martes 13, enumeraron una serie de problemas vinculados a la presencialidad en este contexto epidemiológico, desde infraestructura hasta pedagógicos. Los/as docentes denunciaron, incluso, que el GCBA salió de improviso a comprar sombrillas porque el calor era inaguantable bajo el sol, durante el mediodía.
A su vez, docentes marcaron la sobrecarga laboral que implica este método: a las clases presenciales sin objetivos pedagógicos, hay que sumarle el trabajo virtual para con los/as estudiantes que no asisten en forma presencial, ya sea porque no están incluidos en los grupos cohorte o porque, directamente, no asisten.
Vale destacar que las familias, en su mayoría, se han pronunciado por el rechazo a llevar a sus hijos e hijas a la escuela en este contexto de pandemia. Esto surgió de las numerosas asambleas que se vienen desarrollando a lo largo y ancho de la Ciudad, con docentes, auxiliares y familias y, además, el rechazo también es el resultado de las reuniones de padres y madres que se vienen llevando adelante en las escuelas primarias. Por último, otros problemas expresados por los docentes implicados en estas instancias de presencialidad fueron que los estudiantes que han asistido a las clases presenciales no son los que, precisamente, estaban desvinculados de la institución. Está claro que, lo que sigue vigente, en vez de este plan improvisado y criminal del gobierno porteño (avalado por el nacional), es el reclamo de computadores e internet para todos y todas estudiantes.
En rechazo a esta vuelta presencial, UTE y Ademys se han expresado por el rechazo. En el caso de la UTE, sin ninguna instancia de deliberación de la docencia. En cambio, desde el sindicato Ademys se votó en asamblea un paro de 48hs para el 13 y 14 de octubre y, además, el viernes 16 se realizará una nueva asamblea unificada para discutir la continuidad. A su vez, se realizó una caravana con los Sutebas multicolores, que concluyó con un acto frente al Palacio Pizzurno.
A partir del lunes 19, el gobierno porteño pretende que escuelas primarias piloto reabran sus puertas también. Si bien las escuelas primarias iban a reabrir a partir del 26 de este mes, el gobierno adelantó la apertura de 42 escuelas piloto, 2 por cada distrito. La inclusión de las escuelas primarias otorga masividad a la política del gobierno, porque serán casi 200 las instituciones que se pretenderán reabrir en forma escalonada a partir del lunes 19, en donde todos los/as docentes estarán en disponibilidad para hacerse cargo de las burbujas.
Por este motivo, se han realizado nuevas asambleas interdistritales en varios de los distritos de la Ciudad, y numerosas asambleas por escuelas que se han pronunciado por el rechazo a la reapertura y han manifestado la necesidad de profundizar el vínculo con las familias, para frenar de conjunto esta medida del gobierno.
Hay que redoblar la apuesta: paro docente, asambleas por escuelas y distrito y unidad con las familias y toda la comunidad educativa para frenar esta política criminal.