Escribe Emiliano Monge
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El proceso electoral en Bolivia, aunque haya ganado el rival del gobierno de facto, fue completamente fraudulento, como lo ha sido todo el gobierno de la fascista Añez. “El señor Arce ha ganado la elección. Le felicito y le pido gobernar pensando en Bolivia”, dijo la golpista (Clarín, 19/10). Con las calles militarizadas, se desarrolló un operativo de guerra. La OEA se negó a dar los resultados del conteo de votos o los “boca de urna”. Luis Almagro, el secretario general de la OEA advirtió ayer sobre un “nuevo fraude”, con la expectativa de forzar una segunda vuelta, si el resultado era ‘reñido’, o sea menos de diez puntos de diferencia con el candidato que superara el 40 por ciento.
El TSE estableció franjas horarias para la votación, de acuerdo a la terminación del documento de identidad. Por la tarde, el presidente del TSE, Salvador Romero, aclaró que las personas que no pudieron votar a la mañana, podrían hacerlo desde las 17. Mientras, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, aseguró que mantendrá hasta el final “el control de las Fuerzas Armadas y la Policía” (sobre los comicios) (ídem). Ya había asegurado estar “listo para el uso de armas” (La Razón, 16/10). La policía y el ejército hicieron “recorridas nocturnas”. Murillo, por su lado, puede ser citado a la justicia, junto al ex director de la Unidad de Investigaciones Financieras, que lo acusó de corrupción (La Razón, 16/10).
“Con el visto bueno de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Bolivia ya anticipó que no dará a conocer los resultados de la elección en la jornada de hoy (domingo)” (pausa, 18/10). La OEA dijo que “Exhortamos a todos los actores políticos a que actúen con responsabilidad y eviten pronunciamientos anticipados”. Una de las empresas encuestadoras recibió un contrato por un millón de dólares por parte de la estatal Yacimientos Petrolíferos Bolivianos. Los bolivianos se fueron a dormir sin tener resultados.
Muchos organismos de DDHH advirtieron la detención de periodistas, veedores independientes, y el hostigamiento a dirigentes. El ministro de Defensa, Fernando López, dijo que cualquier extranjero que venga a convulsionar el país “terminará muerto”.
Los Comités Cívicos convocaron la movilización de bandas fascistas y grupos paramilitares (La Resistencia Juvenil Cochala, La Resistencia KM Cero y la Unión Juvenil Cruceñista) para contrarrestar “los actos violentos de los partidarios del MAS”.
El gobierno de Añez, acusado de gravísimos casos de corrupción, es responsable de dos masacres, Senkata y Sacaba, que todavía siguen impunes. El manejo de la pandemia fue desastroso, el New York Times cifra el número de fallecidos por Covid-19 en 20.000 en vez de los 8.000 registros oficiales. Las imágenes centenares de fallecidos abandonados en las calles debido al colapso hospitalario recorrieron el mundo, mientras el ministro de Salud fue removido por corrupción en la venta de respiradores artificiales. Se desconoce el paradero de Añez y su gabinete, que puede pasar de presidenta de facto al banquillo de los acusados por corrupción.
La candidatura de Evo Morales, a senador nacional por Cochabamba, fue prohibida. Las elecciones fueron postergadas varias veces, con acuerdo del MAS que es mayoría en ambas cámaras. Una huelga parcial, desde El Alto, evitó una nueva postergación. Fue levantada por el pedido de Morales y Arce. Arce aseguró que las movilizaciones habían “dañado” el voto sectores medios urbanos.
El vocero del MAS, Sebastián Michel, dijo que el TSE “o es incapaz o se está generando incertidumbre” como parte de un plan “prorroguista infantil”, no ya golpista (Unitel, 18/10). Según una estimación, Arce “lograba el 52,4% de los votos frente al 31,5% de su rival más cercano , el centrista Carlos Mesa. El candidato de ultra derecha Luis Fernando Camacho consiguió solo el 14%” (La Vanguardia, 19/10). “El Gobierno pretende ganar dos o tres días para generar violencia, para tratar de generar un espacio de intervención Militar” (páginasiete, 18/10). Frente a las amenazas de fraude, Evo llamó a no movilizar para “no caer en provocaciones”.
Rodrigo Riaza del Economist declaró “Es posible que Arce eventualmente le de la espalda a Morales, (como ocurrió con Lenín Moreno y su mentor Rafael Correa en Ecuador). Arce se ha distanciado de Morales en las últimas semanas. De cara al futuro, podrían surgir divisiones internas dentro del MAS, especialmente en temas delicados de política económica” (Clarín, 19/10). Arce es el candidato de burocracia parlamentaria conciliadora con el golpismo y un “tecnócrata” que se presenta como “renovación” (ídem). “Vamos a gobernar para todos, vamos a construir un gobierno de unidad nacional”, anunció hoy Arce.