“El movimiento obrero frente a la pandemia y la reforma previsional”

Escribe Charly Petrillo – Jubilados Clasistas

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En el Congreso Nacional el gobierno ha presentado su propuesta de movilidad de las jubilaciones y pensiones. De ser aprobada la ley los aumentos comenzarán a regir a partir de marzo del 2021. Todavía tendremos un aumento por decreto presidencial para el mes de diciembre como fueron los anteriores. Los aumentos, según este proyecto serian trimestrales y su conformación será calculada entre el 70% por la variación de salarios (RIPTE) y en un 30% por la recaudación impositiva con destino a la Seguridad Social. Y estos índices, el RIPTE y el de la recaudación se tomarán de acuerdo con los datos del trimestre anterior, es decir para el aumento de marzo 2021 se calculará en relación septiembre/diciembre del 2020.

Esta nueva fórmula, con algunas variantes, es semejante a la de los años 2009-2017, con la cual tuvimos un gran deterioro de los haberes y de la PUAM (Pensión Universal al Adulto Mayor), seguida de la confiscación de la ´reforma´ de Macri. Las jubilaciones y pensiones retrocedieron entre 15% y 22% en los últimos tres años.

El cálculo del RIPTE se basa en paritarias anudadas por la burocracia sindical, por montos muy alejados de la inflación. Por otra parte, la recaudación de la Anses se deteriora por el aumento del trabajo precario y la reducción de los aportes patronales. A este ritmo, el 50% de los trabajadores no podrá acceder a su jubilación. Los que trabajan en blanco porque no cumplen con los años de aportes y los que están en negro porque no aportan.

Con esta nueva fórmula volveremos a perder frente a la inflación, a pesar de la cláusula que plantea una recomposición a dedo del haber mínimo si los cálculos fueran inferiores a la misma. De cualquier modo, toda determinación que se tome se hará sobre la base de un haber miserable de $18.500 y de una PUAM de $14.500, más miserable aún. Hoy la canasta familiar de un trabajador de CABA está rondando los $100.000. Los jubilados debemos cobrar un haber mínimo igual al 82% móvil de esa canasta. Para eso trabajamos toda nuestra vida, pero los distintos gobiernos -incluido el actual- han trabajado en dirección a desvincula el haber jubilatorio del concepto de un salario diferido convirtiéndolo en una miserable pensión a la vejez.

Frente a estos acuerdos del gobierno frente a las exigencias del FMI la situación de jubilados y pensionados se agrava cada día más. Estamos frente a un sistema social incapaz de resolver nuestras necesidades mínimas, debemos organizarnos y luchar por el no al pago de la deuda externa, el salario igual al costo de la canasta familiar y el 82% móvil.

El movimiento obrero, con sus cuerpos de delegados y sus comisiones internas y las organizaciones sociales de desocupados deben tomar en sus manos la lucha por esta Campaña Nacional contra la Reforma Previsional que hemos lanzado.

En este camino desde nuestra agrupación Jubilados Clasistas llamamos a participar de la mesa redonda “El movimiento obrero frente a la pandemia y a la reforma previsional”, el jueves 5 de noviembre, a las 18 horas. Por Zoom.

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