Escribe Agrupación Clasista Naranja Telecomunicaciones (mayoría)
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Luego de cuatro meses de vencida, los sindicatos de las telecomunicaciones naufragaron la paritaria. El salario sigue en el tobogán de la devaluación y la inflación, y la caída del salario es inclusive nominal, por los recortes de horas extras y adicionales desde principio de año. La responsabilidad de la conducción de Foetra Buenos Aires, como sindicato fundamental, es indiscutible, como también la del Satsaid (televisión).
Es notable que el último comunicado de la Mesa de Unidad Sindical que estos sindicatos integran admita que “las propuestas de las dos compañías, Telefónica y Telecom, no merecen análisis por lo exiguas de las mismas” pero no proponga inmediatamente alguna medida más que el desteñido “alerta y movilización”. Solamente anticipa que “la realización de medidas de acción directa” serán “analizadas por los cuerpos orgánicos de cada gremio integrante de la MUS y comunicada de manera oportuna a todos nuestros representantes”. Lo mismo de siempre. ¿No son las Asambleas y el Plenario de Delegados más importantes que nunca? Las vacilaciones de la MUS destruyen el salario.
Cuándo nuestra actividad es más importante que nunca, ¿por qué se empantana nuestra paritaria? Hay que sacar conclusiones, porque años atrás, el envalentonamiento de las patronales era justificado por el gobierno de Macri. ¿Y ahora?
La desmovilización y la política de “cero conflicto”, que la conducción Azul y Blanca impone hace años, ha demostrado ser una vía muerta, a pesar de las sucesivas concesiones que ofrendaron a las empresas, en materia de flexibilidad y extensión de la jornada. Cuando alegan que nos falta fuerza es, además de falso, una auto impugnación, ya que dirigen el sindicato hace un cuarto de siglo.
Las empresas quieren, por un lado, profundizar la senda de la flexibilización. Por otro, buscan hacer saltar el congelamiento de tarifas, cuándo las telecomunicaciones debieran tener carácter público por la pandemia, máxime con el desempleo y la caída catastrófica de los salarios.
Una acción decidida deberá sacudir los cimientos del gremio, y hacer emerger todas las reivindicaciones postergadas junto a la paritaria: contra los despidos de los contratados, el encuadramiento del tercerismo y los fuera de convenio que utilizan para dividirnos, la equiparación de las móviles, categorías, y un largo etc., que el chaleco de fuerza de las direcciones sindicales contiene.
Tenemos que intervenir decididamente para no pagar los platos rotos. Debemos movilizar para darle un vuelco a la situación. Tenemos que reclamar asambleas en todos los edificios, que se pronuncien por el paro y un inmediato plan de lucha. El Plenario de Delegados debe inmediatamente ser convocado. Asambleas. Paro y plan de lucha.