El taller Rancagua convocó la primer asamblea presencial del subte

Escribe Ramón Acuña y Matías Cisneros - Agrupación Trabajadores de Metrovías

Respuesta ante provocación patronal.

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Tras meses sin dar respuestas, la empresa lanzó un ataque contra los obreros del taller Rancagua que se encuentran en lucha contra el asbesto.

Desde hace más de un año mantienen una retención de tareas siendo la vanguardia de lucha contra el contaminante en el subte. Metrovías les envió telegramas liquidando en bloque las vacaciones 2019 y 2020 a los trabajadores que se encuentran en esta medida de fuerza. Lo que a primera vista podría parecer un problema menor tenía varias implicancias. Entre otros, la liquidación de ambas vacaciones el mes que se cobra el aguinaldo, generaba un importante descuento por el impuesto a la ganancia, es decir era una sanción económica por luchar. Por otro lado, la tradición del subte siempre ha sido que los trabajadores se organizan sus vacaciones; esta imposición ´de prepo´ simplemente era un “castigo”, es decir una represalia por una medida legítima de acción gremial.

Frente a ello los trabajadores salieron a dar pelea, reclamando por las obras necesarias para volver al lugar de trabajo, mientras denuncian que el 10% de la plantilla está afectada por asbesto. La empresa venía de incumplir con una reunión en la que supuestamente traerían el mentado plan de obras, y lanzó este ataque contra los trabajadores que tienen el mayor porcentaje de afectados por asbesto de toda la red.

Los trabajadores deliberaron primero en asambleas virtuales y luego convocaron a la primera asamblea presencial en la puerta del taller, mientras preparaban -en mancomunión con otros sectores de la línea- medidas de fuerza para los días subsiguientes. La convocatoria y la participación numerosa de Rancagua, incluso de compañeros afectados por asbesto, reflejó el grado de conciencia y el compromiso de los trabajadores con su lucha.

La preparación contó con el rápido armado de una red de respaldo de todos los sectores, red que viene siendo conscientemente construida, ya que Rancagua viene proponiendo la realización de una asamblea general de línea y ha impulsado reuniones de activistas y delegados de la B en todo el último período. En la B ya hay 17 afectados por el asbesto. Los compañeros de tráfico jugaron un gran rol en la organización de la línea, participando en forma cruzada los delegados de taller y tráfico de las asambleas de sus sectores. La asamblea de tráfico de la B respondió tomando como propia la medida de Rancagua. Los compañeros de tráfico luchan por diagramas acotados para defenderse del contagio de Covid, frente a la ofensiva aperturista de los gobiernos y la empresa. Esta respuesta de conjunto afianza la posibilidad de una asamblea de conjunto.

La asamblea fue abierta a los demás sectores del subte. Participaron trabajadores y delegados de casi todas las líneas, representantes de la directiva y de prácticamente todas las agrupaciones del subte. Fueron de la partida, entre otros, Boletería de la A; Tráfico, Estaciones e Instalaciones Fijas de la B; Taller San José; Tráfico de la D; Estaciones de la E.

Esta asamblea no fue un rayo en cielo sereno. Durante estos meses de pandemia los trabajadores han tenido muchas luchas. Rebelión por los testeos en tráfico de la H, resistencia al diagrama de la empresa en tráfico de la C, choques aguantados por el reconocimiento de licencias y desinfección en tráfico de la B; en la asamblea fue denunciada la responsabilidad de la empresa en el reciente descarrilamiento en línea E y fueron mencionadas decenas de luchas que no trascendieron de diferentes sectores.

La patronal había actuado envalentonada en el marco de la ofensiva aperturista que viene impulsando con el aval de los gobiernos nacional y de Ciudad, acompañada por la suba del boleto y la pretensión de hacinar pasajeros en los vagones, rompiendo todo protocolo. Mientras la empresa y sus personeros en la UTA agitan los retiros voluntarios y la liquidación de conquistas por un inminente cambio de firma en la empresa, se han acumulado reclamos. La paritaria sigue en cero de aumento al básico a 10 meses de su vencimiento, mientras Metrovías se apropia de 680 millones de pesos en aportes jubilatorios. Por otra parte, se acumulan 7 muertes por Covid (1 por mes) y se siente la falta de personal para el desarrollo de las tareas en condiciones de seguridad e higiene.

Antes del cierre de la asamblea, mediante comunicación telefónica a la comisión directiva del sindicato, la empresa hizo llegar una propuesta de solución. Retrocediendo en la liquidación compulsiva de las vacaciones y comprometiéndose a una reunión con planes de obras dentro de pocos días. El sindicato realizó denuncias ante el Ministerio de Trabajo por el incumplimiento patronal, tal como se había charlado días antes en una asamblea con su participación. Si bien esto es un avance, las obras aún no están y la lucha no se cierra acá. Queda planteada la cuestión de una medida común que involucre a todos los trabajadores del subte, la posibilidad de una nueva movilización a las puertas de Sbase para que cumpla con el compromiso de obras, por la definitiva incorporación al RAR por asbesto (registro de agentes de riesgo) a todos los trabajadores del Subte, el retiro del material cancerígeno en San José que la empresa incumplió, el recambio de airea también en otros sectores y talleres, la compra de formaciones nuevas para realizar el recambio de flotas necesario y terminar de retirar las formaciones contaminadas con asbesto en la Línea B y en todas las líneas del subte. Esta primera asamblea presencial aporta también a la lucha que todos los trabajadores tienen por delante por el salario, por las medidas de prevención frente al Covid y todas las reivindicaciones pendientes.

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