Subte: Desbordaron el vaso

Escriben Matías Cisneros y Ramón Acuña

Los trabajadores, en estado de deliberación.

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Los montos de la liquidación del aguinaldo fueron la gota que rebalsó el vaso, desatando un estado de deliberación en el conjunto del subte.

La mayoría de los compañeros ha cobrado una suma menor al primer aguinaldo del año. La bronca generalizada obligó a la patronal a sacar un comunicado que al aclarar oscurece: la empresa plantea que el aguinaldo se ve afectado por los descuentos de ganancias y por no computarse las sumas no remunerativas. Estas, además, implican un robo sobre otros ítems como la antigüedad, los aportes patronales de jubilación a Anses y Pami, cualquier hora extra que eventualmente se haya trabajado, y el cómputo de la nocturnidad.

La paritaria venció en marzo pasado. En junio, la UTA acordó con la empresa que el 40% del salario pasaría a considerarse “no remunerativo” durante cinco meses. Luego un decreto nacional del 12 de octubre autorizó a considerar “no remunerativo” el 100% de los aportes de los compañeros licenciados por ser de riesgo. Esto significa no sólo un golpe contra la recaudación de Anses y Pami: las sumas no remunerativas tributan por "ganancias", no lo hacen para calcular vacaciones, antigüedad, ni aguinaldo. Tampoco lo hacen los dos bonos que se acordaron, aplazando la negociación paritaria.

Sin embargo, al calor de la reapertura y la cada vez mayor “normalización” del servicio, los trabajadores comienzan a exigir la actualización de los postergados sueldos. Llegamos a fin de año con una pérdida salarial estimada en 15 puntos respecto a la inflación.

En el plenario de delegados del 17 de diciembre se conoció la propuesta salarial de la empresa. Ofrecía entre el 19 y 23 por ciento sin retroactivo, un ofrecimiento informal, vía telefónica, esto fue rechazado por la comisión directiva de AGTyP. La nueva propuesta con la que la empresa y la UTA sondean a la base es idéntica, solo que agrega una nueva serie de sumas no remunerativas.

Con la liquidación del aguinaldo, la bronca se fue por el aire.

Las condiciones de trabajo

Los diagramas de trabajo, producto de la ofensiva aperturista de Metrovías, chocaron con la convicción de los compañeros de priorizar la salud de trabajadores y usuarios frente a la pandemia mediante acciones concretas de lucha que impusieron condiciones sanitarias, ante la indiferencia e inexistencia de protocolos por parte de la empresa y el estado. Mientras la falta de insumos, formaciones y estructura son desestimados por la empresa. Ello contando hoy con siete obreros fallecidos por Covid.

La pandemia sirvió de excusa para no avanzar en obras necesarias para eliminar la contaminación por asbesto. El Taller Rancagua acumula 18 meses de retención de tareas reclamando obras. Hay cuarenta compañeros afectados por la contaminación en todo el subte, uno operado por tumor y otro compañero con mesotelioma (cáncer de pleura debido a fibras de asbesto).

Metrovías se aseguró un nuevo aumento del boleto que hoy asciende a 21 pesos. Larreta, quien autorizó la suba, se aseguró poderes especiales para manejar el presupuesto. Este, además de ser un dibujo, en contraste no contempla obras, ni el cambio deformaciones contaminadas, compra de filtros para que los aires acondicionados no propaguen Covid en el Subte, ni en general la infraestructura necesaria para prevenir el Covid, y eliminar el asbesto. La desidia es política y empresarial. Como se puede ver el salario es solo una parte del ajuste del gobierno y la patronal que ponen en peligro la salud de trabajadores y usuarios.

En este cuadro se extiende entre los trabajadores el rechazo al ajuste patronal y en las asambleas del subte que en numerosos casos votan propuestas de paros y plan de lucha por un aumento de salario que iguale la inflación y por reclamos de seguridad e higiene frente a la pandemia. En el caso de la Línea B, comienza a abrirse paso la propuesta que votó oportunamente el Taller Rancagua por una asamblea general de línea, que hoy cobra fuerza junto a tráfico y diferentes sectores de la línea B, para debatir, proponer y resolver un programa y propuestas de lucha por todas nuestras reivindicaciones. Se acabó la paciencia, pasamos a la acción.

Nuestro programa en este cuadro es: por un salario mínimo igual a la canasta familiar, que hoy aceiteros y recibidores de granos en huelga estiman en 98.000 pesos. Aumento de emergencia del 50% para empatar la inflación. Basta de "sumas no remunerativas", que los aumentos vayan al básico y con retroactivo. Por un plan de lucha comenzando por un inmediato paro de 24 horas. Control paritario por las asambleas generales de línea. Por el salario, y por las obras que garanticen nuestra salud y la de los usuarios. Apoyo a la huelga de los trabajadores de la salud. Eliminación del impuesto al salario. Restitución de los aportes jubilatorios, abajo el saqueo a la Anses y el Pami. Por el 82% móvil y jubilación a los 55 años por insalubridad.

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