Por la despenalización ya del aborto en Chile

Escribe Javiera Sarraz

La lucha para que sea seguro y gratuito

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El pasado miércoles la Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara de Diputados del Parlamento chileno, comenzó a discutir un proyecto de despenalización del aborto hasta la semana 14 de gestación que había sido entregado a la misma instancia durante el año 2018. El proyecto fue presentado formalmente por las diputadas de la oposición - Nueva Mayoría (ex Concertación) y el Frente Amplio.

El proyecto que pretende modificar el Código Penal, había sido parte de la agenda de lucha de las mujeres chilenas que, en 2017, habían logrado que se derogara la prohibición total del aborto impuesta por la dictadura de Pinochet en 1974. Se obtuvo la Interrupción Voluntaria del Embarazo en tres causales: por violación, riesgo para la salud de la mujer, e inviabilidad del feto.

El proyecto

Sin establecer una fecha de votación en la Cámara Baja, la misma estableció que el proyecto será discutido cada miércoles de cada semana, dando un plazo de siete días a partir del miércoles pasado para que cada una de las diputadas del oficialismo y de la oposición inviten a organizaciones sociales que quieran exponer sus posiciones.

El actual Código Penal, advierte que “la mujer que causare su aborto o consintiere que otra persona se lo cause, será castigada con presidio menor en su grado máximo (cárcel de 3 a 5 años). Si lo hiciere por ocultar su deshonra (gestación de más de 14 semanas por violación en niñas, y 12 semanas para adultas), incurrirá en la pena de presidio menor en su grado medio (41 días a 3 años)”. Durante las últimas jornadas de lucha, más de dos millones de mujeres se movilizaron en las calles exigiendo el acceso al aborto libre, legal seguro y gratuito en la salud pública, no solamente la despenalización.

La Mesa de Acción por el Aborto declaró que la moción presentada en la Cámara “está muy lejos de ser un proyecto de aborto libre”, mientras que la diputada de oposición Maite Orsini del Frente Amplio, se defendió señalando que “lamentablemente la Constitución de 1980 impide que las parlamentarias podamos presentar proyectos de Ley que incurran en gasto fiscal, como la legalización del aborto. Es decir, que en los hospitales públicos se preste el servicio de aborto hasta las 14 semanas es prerrogativa exclusiva del presidente de la República, por eso no podemos presentar esta iniciativa”.

Jurídicamente, sólo el Ejecutivo podría presentar un proyecto de aborto legal, seguro y gratuito en todas las causales. El vocero de La Moneda, Jaime Bellolio, ya declaró que el “el gobierno del presidente Piñera no está a favor del aborto libre”, y no han descartado vetar la despenalización si llegara a apobarse. El feminismo de la oposición tampoco tiene intenciones de convocar a las mujeres a las calles para imponer este proyecto ni ningún otro.

También han comenzado a pronunciarse algunas de las diputadas del oficialismo para avisar su rechazo. Entre ellas, María José Hoffman, diputada del partido ultraconservador Unión Democrática Independiente y referente de la derecha en la Comisión de Equidad de Género del parlamento, advirtió: “¿por qué discutirlo ahora? ¿Estamos aprovechando el vuelito de lo que pasó en Argentina?”. También otras diputadas del partido de Piñera se sumaron al rechazo.

Seguro y gratuito

La parte de la legislación chilena que permite aborto en tres causales tampoco garantiza su acceso irrestricto, porque incluye un articulo que habilita la objeción de conciencia individual e institucional, tanto en el sistema de salud público como en el privado. Un informe de la Corporación Humanas, publicado en noviembre del año pasado, indica que desde la implementación del aborto en tres causales, más de la mitad de los obstetras del sistema de salud público se ha declarado objetor de conciencia en al menos una de las tres causales, siendo la causal por violación la más rechazada por los profesionales e instituciones. Esta es una situación especialmente drámática cuando más del 80% de los abortos considerados legales en mujeres jóvenes corresponden a violación.

Sobre esto, la referente de la Mesa de Acción por el Aborto, Gloria Maira, considera que la objeción de conciencia es “una normativa de manga larga”, pero no está en desacuerdo con que esté presente en la legislación, pues consideranque sólo debería ser “una excepción a la regla”. Pero lo cierto es que ahí dónde se permite la objeción de conciencia está lejos de ser una ‘excepción’, y en las mismas provincias del sur de Chile y dónde tanto la iglesia católica como los evangelistas ejercen cuáles terratenientes, hay ciudades enteras como Constitución o Villa Rica donde la totalidad de las instituciones se han declarado objetoras.

Fuera de las tres causales y en un panorama general del país, los departamentos de investigación de profesionales de la salud en obstetricia y ginecología de instituciones públicas como la Universidad de Chile, estiman que se realizan entre unos 160.000 a 300.000 abortos legales y clandestinos anuales.

El proyecto de despenalización no tiene fecha de votación para ninguna de las cámaras del parlamento, y se presentó la misma semana en que cerraron las postulaciones de candidatos a la Constituyente.

La diputada derechista Hoffman tiene razón cuando advierte que el triunfo de las mujeres argentinas emerge como una presión contra el régimen en Chile y por eso la oposición se apresuró a discutirlo en el parlamento como una no tan implícita promesa de campaña para las elecciones municipales y hacia la Convención Constitucional que se realizará el próximo abril.

Pero sobre quienes emerge como un factor moralizador es para las mujeres en Chile, que tendrán la tarea de volcar todos los debates sobre la despenalización, la objeción de conciencia y el aborto legal en el hospital en sus asambleas populares, lugares de estudio y trabajo; para arrebatar sus reivindicaciones del campo de maniobras electorales, y organizar un plan de lucha para imponerlo en las calles con fecha y hora.

La lucha de las argentinas, las coreanas, las irlandesas y las polacas les susurran a las reservas combativas de las chilenas sus derechos. Que se feche ya y se vote la despenalización en todas las causales en el parlamento. Que se incorpore el veto a la objeción de conciencia. Por el aborto libre, legal, seguro y gratuito en el sistema de salud público de Chile.

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