El salario, mínimo

Escribe Pablo Busch

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El cierre del 2020 dejó en evidencia una caída del salario mínimo en la Argentina del 14% respecto de la inflación.

El salario mínimo vital y móvil, subió apenas un 22% contra una suba del costo de vida del orden del 36,1%, según el Índice de Precios al Consumidor. El salario mínimo, actualmente, se ubica en $20.587,50, 40% por debajo del costo de la llamada “Canasta de Pobreza”, que en diciembre alcanzó el valor $54.000.

Un dato no menor, que agrava aún más el deterioro del salario mínimo, es que la inflación de los precios de los alimentos -que componen mayoritariamente el consumo de los trabajadores de menores ingresos- fue muy superior al 36% del índice general, y se calcula estimativamente por arriba del 45%.

Estos números explican con claridad a qué se refería el Ministro de Trabajo cuando declaró, a fines de octubre pasado, que "el salario mínimo es lo que podamos pagar y sostener": después de 4 años de pérdida bajo gestión de Macri -acumulando un 24,4%- el salario mínimo vuelve a hundir su poder adquisitivo, está vez a manos del gobierno del Frente de Todos. El concepto improvisado por el Ministro de Trabajo peronista para justificar lo injustificable, no tiene nada que envidiarle a su predecesor Triacca.

El incremento del 24% del salario mínimo, a diferencia de la mayoría de los años anteriores, había recibido en el Consejo del Salario Mínimo el apoyo explícito del conjunto de los representantes sindicales. Habiendo recibido del Gobierno subsidios multimillonarios para las Obras Sociales sindicales, los burócratas de la CGT no tuvieron otra que "acompañar" al Gobierno en la perforación de los salarios. ¿Podía esperarse otra cosa de quienes reemplazaron las paritarias por sumas fijas ´no remunerativas´ -que no aportan cargas sociales ni se contabilizan para el cálculo del aguinaldo- que además estuvieron lejos de compensar la inflación?

El destino del salario mínimo es una buena advertencia para los jubilados, víctimas de una nueva confiscación a través de la reciente ´reforma previsional´ que aprobó el Congreso. El objetivo del "desacople" de salarios y jubilaciones es, además de ajustar para pagar deuda, aminorar la inflación creciente, pero no por el lado del control de precios, sino por el de desacoplarlos de las paritarias – la ´desindexación´ de salarios y jubilaciones.

Como el conjunto de las asignaciones y planes sociales se calculan en base al salario mínimo oficial, la pérdida de 14 puntos frente a la inflación afecta tambiéna los 760 mil beneficiarios de planes sociales.

Una política continental

Medido en dólares al cambio oficial ($91), el salario mínimo vital y móvil de la República Argentina representa poco más de USS 226. Sin embargo, al valor del ´dólar solidario´, representa 137 dólares, uno de los salarios mínimos más bajos de Latinoamérica.

Pero la politica de "redistribución del ingreso" en favor de los capitalistas no es monopolio de los Fernández: los números recientes indican que el salario mínimo del Brasil bolsonarista está en el punto más bajo en los últimos 15 años: 1.100 reales, aproximadamente 203 dólares. Contra una inflación de los alimentos del 15%, Bolsonaro aumentó el salario mínimo solo un 5,4%, profundizando el deterioro de su poder adquisitivo.

Por su parte, el colombiano Duque rompió su propio consejo del salario para anunciar unilateralmente el nuevo salario mínimo, despertando la crítica de la CUT: "Como era de esperarse por el ritmo de la negociación del salario mínimo del 2021, el gobierno de Iván Duque emitió el decreto unilateral fijando un aumento del 3,5 % lo que deja en 908.526 pesos [equivalentes a 259 dólares] la remuneración mensual de más del 75% de los trabajadores formales que, sumado al auxilio de transporte de 106.454 pesos, que no hace parte del salario, deja el ingreso mensual en 1.014.980 pesos".

Nuestro programa

La ´desindexación´ del salario mínimo vital y móvil, de las asignaciones y jubilaciones son el punto crucial de la política del gobierno, que ha destinado inmensos recursos para rescatar a las empresas por la pandemia. El capitalismo en su etapa de declinación ha reducido el salario mínimo de los trabajadores latinoamericanos a montos prácticamente asistenciales.

A esta perspectiva de miseria popular, los trabajadores debemos oponer la movilización por nuestro propio programa de reivindicaciones: el salario mínimo equivalente a la canasta familiar, el subsidio al parado de 40 mil pesos; el blanqueo de todos los trabajadores informales, el 82% móvil para los jubilados. Vamos a la lucha por poner en pie un Congreso Obrero en defensa de todas estas reivindicaciones.

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