Peajistas: retraso salarial y automatización

Escribe Marina Mendieta

Lo que 2020 nos dejó

Tiempo de lectura: 2 minutos

El año 2020 ha sido un año para sacar conclusiones por parte de todos los trabajadores de la actividad de autopistas y peajes.

La paritaria fue claramente a la baja, con un retraso de seis meses en su ejecución y sin retroactivos. A su vez, el impuesto al salario (mal llamado "a las ganancias") ha hecho que el aumento paritario quede prácticamente neutralizado en casi todos los sectores que componen la actividad. Se cerró un 50% para un período de un año y medio y se acordó un 30% hasta junio de 2021, valor que ya se avizora insuficiente frente a las estimaciones del 50% de inflación.

Este atropello se desarrolló sin asambleas, debates ni ninguna consulta ni plan de lucha acordado con las bases. La dirección del SUTPA, una vez más, actuó como furgón de cola de la patronal y el gobierno. El claro ejemplo de su política es el siguiente: fuimos parte de los sectores esenciales, trabajamos todo el año; así y todo, 2020 será recordado, en el gremio, como el primer año en el que no se pagó el bono de compensación de ganancias desde 2006, cuando se fundó el sindicato.

El Estado nacional, con el apoyo del SUTPA, en cambio, estatizó corredores viales que quedaron en el aire, luego del fracaso de las PPP de Dietrich. Es decir, fue al rescate de los negocios truncos de los empresarios, sin darle nada a los trabajadores.

En este cuadro, tuvo lugar la automatización del sistema de cobro de los peajes. Es un proceso en pleno desarrollo: se estima que el 70% del tránsito del AMBA ya se encuentra en esta modalidad. Se trata de una realidad vigente. El reemplazo de los cajeros por el nuevo sistema genera gran preocupación. El destino de más de 8 mil puestos de trabajo -con lo que ello significa para las familias del peaje- está en riesgo. En el sector de cajeros, más de la mitad son mujeres. Trabajadoras que verían sus condiciones de vida afectadas por el avance de la automatización. Y esto no se resuelve con remeras y tapabocas estampados con el "Ni una menos “y el sello del sindicato, sino con lucha.

Organicémonos

Proponemos una lucha conjunta entre trabajadoras y trabajadores, que reclame por la garantía de los puestos de trabajo y desarrolle toda la agenda de reivindicaciones (incluyendo las específicas de las mujeres).

La tecnología no puede y no debe condenar al ser humano a la miseria, sino liberarlo de las tareas más duras y elevarlo moral y materialmente. En manos de empresarios y burócratas, en cambio, sólo es miseria y desocupación.

Que se pague el bono de compensación de Ganancias.

Qué se garanticen los puestos de trabajo y se implemente la reubicación de cada uno de los compañeros y compañeras de todas las autopistas.

Por un salario básico igual a la canasta básica.

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