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A 12 años de la desaparición forzada de Luciano Arruga, nos sumamos al pedido de justicia de su caso y el de todos los casos de gatillo fácil. Este domingo 31 de enero estaremos compartiendo la transmisión y acompañando a los familiares y amigos, a las 15hs, por Radio Zona Libre por http://radiozonalibre.blogspot.com
En el año 2007 se inauguraba un destacamento en Lomas del Mirador, partido de La Matanza, desde donde comenzó a organizarse el delito en la localidad. Los comerciantes recibían ofrecimientos policiales de seguridad privada, mientras la juventud del barrio era hostigada e "invitada" a robar en zonas liberadas. Luciano se había negado a ello y por eso mismo era hostigado. El 31 de enero de 2009 Luciano Arruga fue visto con vida por última vez. Su cuerpo aparecerá en el año 2014 enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita. Desde el primer momento de la desaparición su familia y amigos señalaron a la policía bonaerense como principal sospechoso.
La lucha por justicia
El único condenado vinculado a la causa por desaparición forzada fue el policía Torales por las torturas que le provocó a Luciano meses antes de su desaparición. Al día de hoy, la causa por desaparición forzada está en etapa de instrucción y todos los policías están libres y en funciones. Tampoco fueron llamados a declarar los policías que prestaban servicios esa noche, ni los policías federales que intervinieron en el supuesto accidente, tampoco los funcionarios del SAME, ni la jueza que firmó el acta del cuerpo como NN.
Todo este proceso fue avanzando a fuerza de organización y lucha de la familia y amigos que siguen exigiendo justicia y denunciando las responsabilidades políticas provinciales y municipales que posibilitaron y posibilitan al día de hoy el encubrimiento y que no piensan cerrar la causa con la condena a un perejil por maltratos.
Lo desapareció el Estado
La muerte de Luciano vuelve a exponer como el Estado es quien ejerce violencia sobre la juventud ante la falta de empleo, con una desocupación del 30% de la población, una pobreza del 50%, ofreciendo trabajos mal pagos, sin derechos laborales, permitiendo el delito organizado que busca a la juventud para que sea carne de cañón. Mientras el estado apunta los cañones contra la juventud redoblemos la lucha contra el gatillo fácil para defender la vida y la libertad en nuestros barrios.
Fue la policía. ¡Justicia por Luciano!
