Escribe Marilin Gómez
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Las y los trabajadores organizados en el Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud (SIPRUS–Fesprosa), desde el inicio de la pandemia han sido uno de los sectores más movilizados. Su lucha ha desnudado la desidia sanitaria del gobierno, el desmantelamiento de la salud en la provincia, la falta de EEP, las condiciones de trabajo y de precarización, con medidas de fuerza que se han sucedido a lo largo de todo el 2020. Las medidas de lucha y las denuncias encarnadas por el Sindicato sacaron a la luz la dimensión de este derrumbe, encubierta por el inmovilismo y la integración al Estado de otros gremios de la Provincia como ATE, UPCN y la corporativa AMRA. Por eso el SIPRUS se ha convertido en blanco del ataque de Perotti y el Ministerio de trabajo.
El pasado lunes, el Sindicato se presentó a la citación en la sede del Ministerio de Trabajo provincial para exigir se suspenda la maniobra de “disciplinamiento” y amenaza de sanción por la presunta violación de una conciliación obligatoria dictada por el mismo, en 2020. A la concentración asistieron un grupo importante de profesionales de la salud de diferentes regionales y se realizó un acto en el que se expresaron una decena de trabajadores con sus reclamos y denunciando al gobierno.
“Nos acusan de subvertidores sociales” (sic), expresó el Presidente del SIPRUS, Diego Ainsuain, y enfatizó sobre la tarea de visibilización de los problemas que repercuten en la atención de Salud a la población, como la falta de personal, de infraestructura, de la injerencia de sectores privados en la salud pública, las pésimas condiciones de trabajo de quienes están en la primera línea y los salarios miserables. También tomó la palabra María Fernanda Boriotti, Presidenta de la Fesprosa, federación que denunció públicamente y ante el Ministerio de Salud de la Nación, desviaciones muy serias en relación al plan de vacunación contra el Covid en muchas provincias, incluida Santa Fe, que presenta grandes irregularidades.
Entre las voces de las y los profesionales que se hicieron presentes, la precarización laboral fue la más resaltada; el reclamo del pase a planta, la deuda de salarios -¡de hasta un año!-, del pase a la ley profesional por parte de licenciadas y licenciados de distintas disciplinas (que es ley, pero no se reglamenta), el derecho a licencias y la falta de todo tipo de recursos para continuar con la atención en pandemia, principalmente de personal y de infraestructura indispensable sobre todo en el norte de la provincia.
Por otro lado, la reunión paritaria de la semana pasada pasó a cuarto intermedio sin propuesta salarial y con dilaciones, tanto en ese sentido como en las cuestiones técnicas que se vienen exigiendo desde hace años, como el pase a planta.
Abajo la persecución y el ataque antisindical de Perotti contra el SIPRUS y trabajadores profesionales de la Salud.