Jujuy: el negociado de la “energía limpia”

Escribe Iñaki Aldasoro

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El gobierno de Jujuy llegó a un “principio de acuerdo” para reestructurar parte de su deuda en dólares. Se trata de los denominados “bonos verdes” que colocó el gobierno de Morales en 2017 para terminar de financiar la planta solar Cauchari – el 60% es un crédito del Eximbank chino y el resto son bonos colocados en la bolsa de Nueva York. Un crédito de 210 millones de dólares con una tasa de interés del 8,625% anual, con vencimiento en 2022.

Las negociaciones por parte del grupo Ad Hoc que concentra un 50% de los bonos son lideradas por VR Advisory Services Ltd. Este mismo grupo refinanció recientemente la deuda de Salta, a la que impuso un reconocimiento del 95% del capital y una tasa de interés que promedia el 8%.

La reestructuración de estos bonos sólo es la punta del iceberg de la deuda externa de la provincia, ubicada en niveles muy por encima de su capacidad de repago. Suma la friolera de más de 1.700 millones de dólares entre Cauchari, otros parques solares menores, GIRSU (tratamiento de residuos), mejoramiento de infraestructura escolar, cámaras de seguridad y el tren Volcán-Humahuaca, entre otros. El estado provincial se encuentra sobreendeudado.

Default anunciado

El default argentino hoy en día se expresa en la caída del valor de mercado de los títulos soberanos renegociados por AF el año pasado y en la renegociación forzada de las deudas de las provincias y las empresas privadas. Los gobernadores cierran reestructuraciones que no son acordes con la establecida a nivel nacional, que Martín Guzmán pretende imponer como norma al resto de las entidades endeudadas. Es lo que pasó con Córdoba, con Salta y recientemente en YPF, con reestructuraciones bajo términos más leoninos. Este camino lo siguen varias provincias, algunas que están en medio de una reestructuración con alguno de sus bonos ya en default, como Entre Ríos, Chaco, La Rioja y la madre de todas las batallas (electorales), Buenos Aires.

El gobierno de Morales endeudó a Jujuy con el slogan “cambiar la matriz productiva de Jujuy”. La planta solar, decía, iba a generar recursos a través de la energía “limpia”. El parque solar “se paga solo”, insistía. La legislatura habilitó al Ejecutivo a contraer deuda hasta 450 millones de dólares, sin establecer plazos ni intereses, ni la revisión de los acuerdos finales. Finalmente la obra supera los 700 millones. El crédito de 300 millones de dólares para la construcción y restauración de escuelas en la provincia es instructivo, porque las obras en cuestión no necesitan divisas.

El gobierno ha venido reembolsando la deuda - 9 millones de dólares semestrales en concepto de intereses - desde 2018, antes de que la planta empezara a producir. Esos intereses se han devorado luego los ingresos de la venta de energía. Este "emprendimiento productivo" es un desfalco financiero.

El pago de esta fenomenal deuda absorberá las divisas que produce Cauchari y por lo tanto mantendrá sin esos recursos al fisco y sin capacidad de mantenimiento e inversión. Descapitalización mediante, entramos en la privatización.

Desde nuestra corriente impulsaremos deliberaciones, asambleas y pronunciamientos, para derrotar esta política criminal, que empobrece todavía más al empobrecido pueblo jujeño.

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