Camino a los Premios Oscar (I): Nomadland

Escribe Matias Melta

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Tiempo de lectura: 3 minutos

Nomadland, road movie dramática escrita y dirigida por Chloé Zhao, es la favorita para ganar el premio a mejor película en los Oscar 2021, que celebrará su gala el 25 de abril. Fue premiada con el galardón a mejor film en la edición 78 de los Golden Globes y el Leon de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia, entre otros.

Nomadland nos muestra, casi siempre certeramente y evitando los golpes bajos, la realidad de seres que han sido desplazados por el falaz sueño americano. El puntapié inicial de la trama hace referencia a la crisis capitalista que comenzó en 2007 en Estados Unidos y que golpeó los cimientos del sistema: Empire, Nebraska, la ciudad donde vivía la protagonista, Fern (interpretada magistralmente por Frances McDormand, dos veces ganadora del Oscar a mejor actriz) literalmente desaparece cuando en enero del 2011 la planta de volcanita (durlock) llamada US Gypsum, la cual daba vida al lugar, cierra definitivamente luego de 88 años de producción. Su marido, trabajador de la empresa, muere tiempo después. La realidad de Fern es arrasada y, con sus 60 y tantos años, comienza su periplo nómade, viajando por el oeste de los Estados Unidos, viviendo en su furgoneta y tomando empleos temporales en diversas ciudades. La veremos trabajando de empacadora en Amazon para la época de navidad, de ordenanza de limpieza, de multi tareas en una cadena de fast food, etc.

Esta forma de vida no es una idea original de la protagonista: veremos en el film como miles de estadounidenses (una nueva porción de la clase trabajadora golpeada y expulsada) toma este rumbo, o bien empujados por la crisis o bien por elección, hastiados de la “american way of life”, de la cual intentan escapar, aunque sea imposible ya que el capitalismo en descomposición no perdona.

El constante encuentro de Fern con otros nómades será un pilar del relato cinematográfico. En este sentido la película parece premonitoria porque, filmada antes del comienzo del Covid 19, muestra en su mayoría la situación de precariedad de mayores de 60 años que intentan vivir lo mejor que pueden con la situación que les toca. Son personas como esas las que fueron las más afectadas y murieron de a miles por el tratamiento criminal que Trump hizo de la pandemia, favoreciendo al gran capital en detrimento de los trabajadores estadounidenses. Es así que, por ejemplo, vemos a una amiga de Fern con edad para jubilarse pero que, habiendo trabajado siempre, tiene en su cuenta del seguro social solamente $550 y debe continuar con su actividad laboral. Consecuencias del sistema jubilatorio infame de EE UU.

También veremos como el estilo de vida de estos nómades funciona en gran medida en base a la cooperación y la solidaridad, incluso con el trueque, o cualquier recurso que tengan a mano para no estar solos. Se reúnen en el desierto; hablan sobre sus vivencias, su pasado, sus planes a futuro; se escuchan y se abrazan.

La naturaleza del oeste de Estados Unidos es mostrada en toda su belleza, su crudeza y también su simpleza, sin dudas la directora del film quiso realzar esta arista.

En dos ocasiones personas allegadas a la protagonista hablan de suicidio, lo cual no debería llamar la atención: los últimos estudios serios (por ejemplo del Centro Nacional de Estadísticas de Salud o NCHS) realizados en 2017 dan cuenta del gran aumento de la tasa de suicidios que asola al país del norte, una realidad que se intenta ocultar ya que en pandemia no han habido estadísticas oficiales sobre el tema.

La tierra de nómades que da nombre al film es la de un Estados Unidos quebrantado por la burbuja inmobiliaria que estalló en 2007 y dejó a miles sin hogar, viviendo en sus camionetas, sus trailers o sus autos; la que tiene en la actualidad a 60 millones de personas viviendo bajo el índice de pobreza y una deuda del 140% del PBI. Zhao logra que Nomadland no pierda el ritmo ni aburra en ningún momento, la solidez del guion es uno de los puntos fuertes para lograrlo. Cabe destacar que su mirada escapa a la victimización lastimera que muchas películas de Hollywood utilizan cuando quieren hablar de desposeídos. La solidaridad antes mencionada esclarece algo fundamental: frente al desastre social que se vive en esta potencia mundial en decadencia, serán los explotados quienes unidos podrán encontrar la salida colectiva para superar históricamente al sistema vil y siniestro.

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