Francia: levantan huelga inter-profesional, siguen las huelgas y manifestaciones

Escribe Emiliano (Belgrano)

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Los trabajadores ferroviarios y del transporte subterráneo levantaron la huelga que venían ‘reconduciendo’ desde hace más de cincuenta días contra la ‘reforma previsional’ que pretende imponer el presidente Macron. Dieron este paso atrás debido a las penurias económicas que enfrentan y al escaso aporte de los fondos sindicales. La dirección de la SNFC, el ente de ferrocarriles, ‘premió’ a los no huelguistas con bonificaciones de 1.500 euros.

La CGT participará el jueves en el lanzamiento de la Conferencia de Financiación de la reforma, que ha convocado el gobierno, según el secretario general cegetista, Philippe Martínez, para “explicar cómo mejorar [el] sistema actual”. La intersindical, formada por la CGT, FO, FSU, Solidaires, UNEF, MNL y UNL, han llamado “a todo el mundo del trabajo y a los jóvenes para que continúen y amplifiquen, en todos los sectores, la movilización”.

El lunes 3 y el jueves 6 se anuncian nuevas “jornadas nacionales”, en la víspera de la sesión de comisión de previsión de la Asamblea Nacional. Las movilizaciones siguen su curso -dice la “intersindical”- sin que ello deba “afectar” las negociaciones oficiales.

Se profundiza la crisis política

El repudio popular al gobierno lo sintió en carne propia Edouard Phillipe (quien se encarga de las negociaciones sobre la reforma), cabeza de lista en Le Havre, para las elecciones municipales en abril, cuando fue recibido en la localidad con una manifestación en contra, que pedía su renuncia. Él mismo se atajó diciendo que lo espera una “elección difícil”.

El Banco de Francia había anunciado que la huelga costaría (4° trimestre 2019) un 0,1% del PBI, pero el resultado ya es tres veces superior (bloqueos de refinerías, puertos y trasporte). Es el precio para derrotar la lucha de los trabajadores.

El 24, el Consejo de Ministros presentó el texto sobre las reformas, que hasta ahora se conocía de modo general, como una especie de globo de exploración de parte del gobierno. Con una “edad de equilibrio” (edad variable de retiro) de 65 años, las simulaciones del gobierno de los distintos casos demostraron que los asalariados deben trabajar hasta los 67 años, antes de alcanzar un beneficio jubilatorio. Las “simulaciones” hechas por el gobierno o por los sindicatos no toman en cuenta, sin embargo, que los “puntos” (años de trabajo acumulados) serán asignados por el “Consejo Financiero”, según la capacidad de pago del sistema previsional. Se estima que en 18 de los 28 casos “típicos” los trabajadores van a perder poder adquisitivo. Las mujeres que decidan ser madre perderán más.

Los trabajadores están luchando para que sus aportes no se conviertan en “subsidios” o “pensiones”. La acción de las masas entró en una nueva fase, marcada por el impasse de la estrategia de la burocracia negociadora.

La izquierda

Para la corriente Révolution Permanente, NPA (27/1) “de haber contado con un cuarto de los fondos de huelga de la CFDT, podríamos haber aguantado dos o tres meses más”. En efecto, pero el retroceso de la huelga tiene que ver más con una cuestión de estrategia que de caja. La burocracia bloqueó la organización de una huelga general indefinida, incluida las ocupaciones de empresa. Lo hizo, obviamente, para dejar abierta la puerta a una negociación, con un gobierno completamente jugado a imponer la reforma previsional. Por eso mismo, esa burocracia nunca planteó “fuera Macron”, como tampoco lo hicieron la izquierda ‘soberanista’, el partido comunista, ni tampoco la ‘izquierda anticapitalista´. Para encubrir este ‘default’ político adjudica la responsabilidad a la caja de los sindicatos.

“Révolution Permanente” denuncia que “en ningún momento los líderes de la CGT” decidieron “generalizar la huelga” o “todos juntos” (público-privado). Pero una huelga general no se conquista por medio de agregados huelguísticos sucesivos, sino por una campaña por esa huelga general, con piquetes de huelga en los establecimientos más importantes. La ‘izquierda anticapitalista’ pretendía llegar a la huelga general en forma indolora, “despacito”, conforme a su caracterización de que la clase obrera se encuentra a la defensiva (electoral) y la derecha a la ofensiva (electoral). Pretende ver confirmada esta tesis en las elecciones municipales de abril, con independencia de una victoria o derrota de la lucha contra la reforma previsional. Para el oficialismo del PO “hay que seguir planteando la huelga, el retiro del proyecto y el Fuera Macron”, pero no habla de “huelga general”. El aparato todavía no pudo asimilar el debate interno en el PO acerca de la huelga general y el ‘para activo’ que planteó Altamira en 2018. Como la huelga francesa fue más allá del ‘paro activo’, los usurpadores quieren evitar la huelga general, con la consigna de “seguir la huelga”, lo que solamente puede ocurrir si se convierte en huelga general.

La nave va

Miles sigue en huelga, luego del paso atrás de ferroviarios y metroviarios (refinerías, distribuidoras, transporte rutero) y muchos se suman a las manifestaciones y acciones de apoyo. En toda Francia, en puertos, muelles, escuelas, universidades, refinerías, incineradores, radios, abogados, médicos y hasta la Ópera de París.

Es más necesario que nunca el llamado a la huelga general que tire abajo la reforma y plantee una salida política - Fuera Macron.

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