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Al cumplirse un mes de la desaparición de Tehuel de la Torre, un joven trans de 22 años oriundo de San Vicente, se convocó a una acción federal para exigir su inmediata aparición y para remarcar que los gobiernos y el Estado son responsables por ello. En Guernica, los compañeros del Polo Obrero Tendencia participamos de una radio abierta frente al municipio de Presidente Perón, distrito donde también está desaparecida Diana Colman desde hace seis años.
Tehuel salió de su casa el 11 de marzo pasado para encontrarse con Luis Alberto Ramos, quien le prometió un trabajo de mozo en un evento que jamás existió. A partir de ese día, comenzó una búsqueda incansable de parte de familiares y amigos. No sé puede decir lo mismo de la policía y la justicia, quienes tardaron una semana para comenzar con los rastrillajes.
Tanto Ramos, el principal sospechoso, como Oscar Montes (detenido por encubrimiento), están ligados al tráfico de drogas, acusados de abuso sexual y, en el caso de Ramos, con una condena cumplida por homicidio. Ambos se han negado a declarar. En el barrio La Esperanza, donde vivía Ramos, los vecinos indican que formaban parte de una banda delictiva, la cual contaba con luz verde para moverse en la zona. Esto es imposible sin la complicidad policial mínimamente. Queda claro que los dos detenidos no actuaron solos y, como denuncia el papá de Tehuel, no se descarta que sean parte de una red de trata de personas.
Tehuel, como gran parte de la juventud, es un chico que se gana la vida mediante changas, mientras intenta terminar el secundario. Necesitaba el dinero para ayudar a su familia y soñaba con una vivienda para poder independizarse. El Estado es responsable de arrojar a miles de jóvenes a esta situación de vulnerabilidad.
Quedó demostrado con el caso de la niña M, que la movilización popular es fundamental para que el Estado coloque todos los recursos para garantizar la búsqueda. El manto de silencio que se ha montado sobre este caso debe descubrirse con los métodos de la clase obrera: a través de la movilización, de los cortes y de los piquetes.
A Tehuel no se lo "tragó la tierra". Hay responsables materiales y políticos de su desaparición. Aunque intenten lavarse la cara, como lo hizo la ministra de Género y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta quién “exigió” a través de Twitter la aparición de Tehuel. Lo mismo con el ministro de Seguridad, Sergio Berni, que recién un mes después coloca una recompensa para quien aporte datos sobre la desaparición del joven. Cuando, además, se sabe muy bien que muchos vecinos temen atestiguar contra quiénes tienen aterrorizado a todo un barrio, amparados por la policía y el poder político.
Redoblemos las movilizaciones. Por una campaña de pronunciamientos del movimiento obrero exigiendo la inmediata aparición con vida de Tehuel.
