Docentes: parazo en CABA, una advertencia también para Rodríguez Larreta

Escribe Darío Molinari

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En el día de ayer asistimos a un paro de actividades contundente por parte de la docencia porteña.

La deliberación en escuelas y la organización contra las clases presenciales en pandemia, que comienza a levantar cabeza y se desarrolla en todos los barrios y distritos escolares, arrancó ese paro de 24 horas, primero convocado por Ademys, al que finalmente se sumó UTE, al ver la masividad que iba a alcanzar finalmente.

El paro fue masivo en varios distritos; en algunos superó el 90%. El comité de docentes contra la presencialidad de CABA, por su parte, realizó semaforazos, en diferentes puntos de la ciudad para visibilizar el conflicto. El comité ganó desarrollo a partir de la posición de todas las direcciones sindicales en apoyo a la llamada ‘presencialidad segura’. Convocada por Ademys, tuvo lugar una importante caravana y movilización de Congreso a Palacio Pizzurno, que culminó con un acto en la que hablaron dirigentes sindicales de seccionales bonaerenses y de agrupaciones docentes, entre ellos, Mariano Hermida, por Tribuna Docente (Tendencia). Se desarrollaron paros en las seccionales multicolores de la provincia de Buenos Aires, por 24 horas (Ensenada, 96 horas), al que se sumaron muchos docentes de las seccionales dirigidas por la burocracia celeste.

La organización de la docencia crece al calor de los contagios. Es que la conclusión es clara: la segunda ola, en gran medida, es producto de una política aperturista que los diversos gobiernos llevaron adelante en función de un interés social capitalista haciendo de la escuela una guardería. Esto mismo obligó a la Multicolor a ‘suspender en forma temporal’ su apoyo a la presencialidad – como le ocurrió, en forma abrupta, al propio Alberto Fernández.

Producto del peligroso impasse en que había caído su gestión de la llamada segunda ola, los Fernández se vieron obligados a dictar el cierre de las escuelas en la región del AMBA. Este viraje generó una crisis en diversos ministerios que venían asegurando, hasta la víspera, que en el aula no hay contagios. Comenzaron a circular rumores de una posible renuncia del ministro Trotta, quien estuvo agitando que la presencialidad era “intocable”. Para las provincias, como es el caso de Tucumán y Jujuy, que son las que tienen más docentes fallecidos por covid-19, el decreto deja la decisión en manos de los gobernadores.

Bajo este cuadro de situación es necesario seguir organizados, convocar asambleas por escuelas y distritos. Se impone la necesidad de una asamblea general del gremio, para discutir un plan de lucha por todas nuestras reivindicaciones. La lucha por el cuidado de la salud en las escuelas no ha concluido, ni la pelea por nuestras condiciones materiales.

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