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El secretariado nacional de la UOM acaba de firmar la paritaria de la Rama 17, la referencia para los casi 200 mil afiliados.
El acuerdo establece un incremento en los salarios básicos y adicionales del 35,2% sobre los sueldos vigentes al 31 de marzo de este, que se aplicará en tres tramos -15% en julio, 10% en octubre y 10,2% en enero de 2022).
A los efectos de analizar el sueldo de los metalúrgicos, los básicos tienen que ver con eventuales topes indemnizatorios por despidos. El corazón de la paritaria es el IMGR (Ingreso Mínimo Global de Referencia). “Teóricamente”, ningún metalúrgico podría percibir (incluyendo los premios) menos de $ 51.920 a partir del 1º de abril de 2021, $56.320 a partir del 1 de julio y $60.720 a partir del 1 de octubre; con los descuentos, representarán apenas $48.000 de bolsillo. Se encuentran por detrás de los salarios de empleados de Comercio y en el mismo nivel de la UOCRA, donde dominan los bajos salarios y la flexibilización laboral. El IMRG no corre para casi ninguna de las siderúrgicas, la Rama 21.
La paritaria estuvo empantanada en relación a la parte ‘remunerativa’ de esos salarios; se terminó firmando una suerte de paritaria paralela. El monto no remunerativo -que aparecerá en los recibos como “Asignación no remunerativa”-, será del 31,5%, casi todo el aumento, ahorrándoles millones de pesos de contribuciones a las patronales, en perjuicio de la seguridad social.
El hipotético IMGR, sin embargo, sufrirá descuentos proporcionales en todas las empresas que hayan presentado convenios preventivos de crisis, o se encuentren incluidas en Programas de Emergencia Ocupacional o las que estén aplicando programas de suspensiones por falta o disminución de trabajo. El acta establece que todas estas excepciones al convenio se resolverán “mediante acuerdos con la representación sindical, a nivel de las respectivas Seccionales”. La dirección de la UOM se desliga de la responsabilidad de los salarios metalúrgicos.
Dicho todo esto, el aumento tampoco es del 35.2%. Dividido en cuotas, representa un aumento promedio del 25%, entre octubre y marzo, que alcanza al 30% si se lo computa anualizado. El tope que finó el gobierno de los Fernández.