Tiempo de lectura: 1 minuto
Falleció Rosa, de Villa Tranquila. Es una noticia triste. Fue una mujer con muchas agallas y de una personalidad arrolladora. Sentía un gran afecto por ella.
Después de una crisis que atravesamos en Avellaneda, en 2003, ella fue un pilar para la reconstrucción del Polo Obrero en la regional. Luchamos mucho juntos, junto al resto de las compañeras que conformaban el cuerpo de delegados del Polo. Con ellas arrancaba la semana, los lunes a la mañana, con la reunión en el local del Docke.
Participé de decenas de asambleas en el comedor de Rosa. Ella y sus compañeros resistieron hasta el final la "relocalización" de la Villa Tranquila, impulsada por el entonces intendente, Cacho Álvarez, que tenía el propósito de extender la playa de operaciones de una gran empresa de la zona, Exolgan, y amuchar a los vecinos en los terrenos que habían pertenecido a la fábrica Unilever. Finalmente, después de una resistencia feroz, Rosa rearmó su comedor a unas cuadras de su sitio original.
En diciembre del 2016, nos invitó a Jorge y a mí a compartir la celebración del 16° aniversario de su comedor. Ya hacía unos años que yo no estaba en Avellaneda, pero habíamos establecido un lazo fuerte. Como era todo con Rosa, una invitación se confundía con una orden imperiosa. No podía faltar. Ese día me tocó decir unas palabras al momento del brindis. Recordé aquella vez cuando nos conocimos y celebré que estuvieran ahí los compañeros, luchando, después de tanto tiempo, un grupo tan numeroso. Me emocioné bastante. Una compañera nos sacó esta foto. Me queda un hermoso recuerdo de Rosa.
4/02/20
Publicado en https://www.facebook.com/jacynto/posts/10163223445620314