Escribe Emiliano Monge
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Un enorme paro nacional paralizó a la capital colombiana y al resto del país. Se registraron más de 130 piquetes y movilizaciones en toda Colombia tras el anuncio de la reforma previsional que descarga el peso de la pandemia sobre los trabajadores.
En Bogotá el tránsito de los accesos estuvo paralizado desde temprano con piquetes en los diferentes accesos a la ciudad. Éstos estuvieron garantizados por trabajadores, estudiantes y transportistas que se sumaron al paro. Los cortes se garantizaron cruzando camiones, con piedras en las rutas y con gomas incendiadas.
La ciudad fue el epicentro de una enorme movilización que núcleo en la Plaza Bolívar a las centrales sindicales del país, a la Confederaciones de pensionados, estudiantes públicos y privados, indígenas y campesinos de todos los rincones. Hubo enfrentamientos con el tenebroso escuadrón ESMAD que fue el responsable de más de una decena de asesinatos el año pasado tras la rebelión popular ocurrida en la capital por el asesinato de un joven trabajador por parte de la policía local.
También hubieron choques e incidentes en Cali, donde se llamó al toque de queda desde la 1 de la tarde, y en Medellin, que cerró el metro. En Bucaramanga, Tunja, Cartagena y otras ciudades se registraron varias movilizaciones y un cacerolazo a partir de las 6 de la tarde.
El repudio popular a la reforma antiobrera de Duque la puso en coma profundo. Fue un proyecto que ya nació muerto cuando no fue tratado en el Congreso y rechazado incluso por aliados y propios diputados y senadores oficialistas.
Sin embargo, Duque brilló por su ausencia en la jornada. Y no llamó a derribar su propia reforma, algo pedido por la oposición para apaciguar las aguas. Atajándose llamó a votar bien en 2022, cuando las últimas elecciones estuvieron empañadas por denuncias de fraude, la llamada "Ñeñepolítica". Diferentes diarios del mundo dicen que la crisis volvió a las calles y que Colombia retornó al escenario de 2019, donde el 21N se realizó el primer paro en 4 años, seguido de otros. Incluso medios de derecha como Caracol denunciaron la inacción del presidente y llamaron a retirar la reforma que lo único que hace es encender más la chispa de la rebelión popular.
Los días previos, el gobierno y los medios intentaron desactivar la movilización diciendo que no respondía a las necesidades de la lucha contra el Covid-19. Los docentes que participaron respondieron que la lucha contra la presencialidad era lo que se necesitaba para bajar los contagios y ese era uno de los objetivos del paro educativo a nivel nacional que continuará en la jornada del jueves.
El paro estuvo convocado por 24 horas y, a largas horas de la noche, todavía se registraban cortes y quemas de gomas en los accesos norte y sur de la ciudad que los bloqueaban.
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