Piquetes de choferes cortan los accesos a la Ciudad

Escribe Pablo Busch

Por una coordinadora de delegados.

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Durante esta mañana, hubo piquetes en los principales accesos a la Capital, convocados por delegados y activistas de distintas líneas. En Zona Norte, los choferes de la 60 cortaron el Ramal Escobar mano a Capital. En el Oeste, los choferes de la tradicional Perlita cortaban el acceso a la altura de Ruta 23. En Zona Sur, choferes de distintas líneas, entre ellos la 540, cortaron la Avenida Mitre a la altura de la subida al Puente Pueyrredón. Los piquetes tuvieron una enorme repercusión mediática, pero sobre todo entre trabajadores de la UTA de todo el país.

Las restricciones del Gobierno contra los piquetes duraron menos que la Súper Liga Europea: los choferes literalmente pasaron por arriba del operativo policial y cortaron los accesos. Trabajadores que son obligados a trabajar en el marco de la emergencia sanitaria, quieren ser impedidos de luchar por sus reivindicaciones – además de impedidos de elegir representantes.

El reclamo que levantan los choferes es un salario mínimo de 100 mil pesos -es decir equivalente al 80% del costo de la canasta familiar-; la equiparación salarial de todos los sectores de trabajo y su vacunación.

Mientras se realizan los piquetes, se llevó adelante una nueva audiencia de la paritaria de la UTA, en el marco de una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo ante la convocatoria a una huelga anunciada para el lunes 26. La negociación de la paritaria no está centrada en el aumento salarial sino el de los subsidios a las empresas del transporte. Durante 2020 las empresas de transporte del AMBA recibieron subsidios por $165 mil millones, con la excusa de que, sin intervención estatal, el valor del boleto sería de $78. En cambio, para los choferes, la directiva de la UTA ha aceptado el pago de una suma fija de $ 15.000 en cuotas con los haberes de marzo, abril y mayo, para cerrar la paritarias 2020. El básico conformado de un chofer, $ 63.000, se ubica en el límite de la franja de pobreza.

Hace algunos meses, un sector en ruptura de la burocracia, encabezado por Bustinduy, se movilizó a la sede de la UTA para reclamar la salida de su secretario general, Roberto Fernández. Sin embargo, a la hora de la discusión paritaria, la oposición de Bustinduy se ha disuelto y el propio Bustinduy ha desaparecido del mapa. Es evidente que no quiere ser visto por sus auspiciantes de DOTA reclamando salarios.

Las movilizaciones de trabajadores en forma independiente de la UTA, se desarrollan en el marco de luchas de otros sectores, como los trabajadores Vitivinícolas, los autoconvocados de la Salud en Neuquén y en todo el país; una lucha creciente contra la presencialidad educativa de los docentes, la rebelión de los trabajadores de ArreBeef, y varias más. En el medio de la pandemia, la clase obrera se abre camino en defensa de sus reivindicaciones. Un importante paso a dar por la coordinación que convocó a los piquetes de hoy, sería capitalizar el impacto de la jornada de hoy, llamando a un plenario nacional de activistas de la UTA, para preparar una próxima jornada de lucha.

Posdata: la tendencia a la autoconvocatoria y a la coordinación se va imponiendo en forma implacable, tal como lo advirtió nuestra Tendencia en la confrontación con el aparato del Partido Obrero. El aparato, sin embargo, sigue sin abrir la boca, precisamente cuando se desarrollan núcleos crecientes de trabajadores que rompen la llamada ‘contención’, supuestamente inexpugnable de la burocracia sindical.

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