¿Qué defiende la Celeste de Baradel?

Escriben Patricia Urones y Julio Gudiño

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El Consejo Ejecutivo de SUTEBA sacó un comunicado que rechaza la campaña de difamación mediática montada por el macrismo en torno a supuestos hechos de corrupción en los Centros de Vacunación que funcionan en las sedes gremiales y centros de salud. Estos vacunatorios se pusieron en pie en base a un acuerdo entre IOMA y SUTEBA (ver en suteba.org.ar, 29/04).

El envoltorio de la campaña derechista es “la corrupción”, sin embargo, su contenido es atacar la lucha contra la presencialidad. Esta iniciativa es parte de una campaña más general que ha tenido varios hitos, entre ellos, la intervención de la justicia de la ciudad para bloquear el cierre de escuelas y las “protestas” de padres (motorizadas por los institutos privados y el clero) en el mismo sentido.

Lo curioso del comunicado de Yasky-Baradel es el ángulo con el cuál abordan y rechazan este ataque. Juran estar a la cabeza de la defensa de la “la salud y la vida del pueblo”, como lo demostraría que la dirección sindical puso a disposición del gobierno parte de la infraestructura gremial para vacunar a la población y para alojar a pacientes con Covid. Sin embargo, en ninguno de los cuatro puntos en los cuales la dirección Celeste reafirma su compromiso en la lucha por la “salud y la vida” existe la más mínima referencia al rechazo de la presencialidad escolar. Los casos positivos aumentan día a día, a pesar de que no se ha incrementado en forma consecuente la cantidad de testeos, y el número de fallecidos aumentan a un ritmo mayor que los contagios. La explosión de casos de Covid ha saturado el sistema de salud privado y público.

El comunicado de marras, oculta que el Frente de Todos y Juntos por el Cambio han arribado a un acuerdo en pos de la presencialidad (ver nota “Presencialidad administrada: la unión nacional de la impotencia” en politicaobrera.com) y que la política que impulsan, y que la Celeste acompaña como segundo violín de la orquesta, es el gran factor, en la presente crisis, que atenta contra la vida y la salud de los trabajadores de la educación y de todos los trabajadores. La única manera de cortar la circulación del virus, en una población que en su inmensa mayoría no está inmunizada, es cortando la circulación de la fuerza de trabajo y para ello es fundamental cerrar todas las actividades laborales presenciales no esenciales. Lejos de este planteo Yasky-Baradel y toda la burocracia sindical defienden la “presencialidad segura”, y ahora, en el peor momento de la crisis, la “presencialidad administrada”, convirtiéndose automáticamente en defensores de un régimen social que antepone el lucro a la vida.

La integración de la dirección de SUTEBA al Estado la ha atado de pies y manos para enfrentar políticamente a la derecha que promueve en forma militante la presencialidad. Los trabajadores auto-convocados de la docencia y las seccionales multicolores tenemos la responsabilidad de defender la salud y la vida de toda la comunidad educativa frente al escenario que se avecina de apertura de las aulas. Ante la “presencialidad administrada” opongamos las auto-convocatorias, la movilización y la huelga general.

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