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La provincia vive un proceso de luchas crecientes. Un decreto de principios de año elimina la cláusula gatillo, desconoce la actualización devengada, o sea ya acordada en la paritaria precedente, lo cual constituye una confiscación directa, que afecta la base de aumentos futuros. El decreto transfiere al gobierno unos $10.000 millones en el año. Más allá de esto, suspende la extensión horaria y otros adicionales, suspende los reemplazos y habilita a los directores a disponer traslados de personal, lo cual incluye represalias. Hay asimismo atrasos en salarios.
El gobierno y la burocracia
Manzur creyó que enero, mes de vacaciones escolares, y la burocracia bastaban para esquivar una resistencia, pero el decreto ajustador desató un descontento generalizado, que creyó que podía contener con un adelanto de $500. Enseguida, sin embargo, anuló la cláusula gatillo en la provincia. Contó para ello con la colaboración de UPCN, ATSA, el Frente Gremial Docente. Una mayoría de sindicatos municipales, con influencia el PCR, adoptó una postura más “combativa” pero sabotea, al mismo tiempo, las distintas acciones y convocatorias del sindicato de la salud (SITAS).
Rebelión
Las luchas han sido incesantes: concentraciones masivas, paros internos de la salud, piquetes en las rutas, asambleas autoconvocadas en varias reparticiones estatales. Incorporan de manera creciente a los trabajadores precarizados, como ocurre con los médicos residentes, o los trabajadores de las cooperativas de limpieza en la salud, o los docentes Fines. Han comenzado a replicarse en el interior –Monteros, Simoca o Alberdi. A los paros del SITAS se han sumado Sadop que ha llamado a parar el 17 de febrero; ATE-docentes, el 13 y 14; y ATE-salud, a un paro por tiempo indefinido. Incluso gremios que nunca llamaron a un paro en la provincia como Sumar (médicos).
Las autoconvocatorias docentes han sido copiadas en varias reparticiones estatales, incluso entre los psicólogos que han emplazado a la dirección del Colegio que los representa.
Los piquetes se han multiplicado y el viernes 7 fue noticia un corte general por parte de varios sindicatos municipales en la ruta 307, único acceso a Tafí del Valle, la villa turística más importante de la provincia.
Una política
Al calor del proceso de lucha se abrió un debate acerca de cómo continuar. La docencia autoconvocada definió la necesidad de la asamblea general de ATEP, y la necesidad de una lucha de conjunto reclamando y un congreso de delegados de base.
Por el lado de la Salud, una interhospitalaria con mandato de asamblea planteó la necesidad de una lucha coordinada, de los estatales. Una gran concentración, el miércoles 22 de enero, reunió al SITAS y a la docencia autoconvocada.
A partir de ese momento, la dirigencia del SITAS no volvió a convocar a una nueva interhospitalaria, dejó de lado a la docencia autoconvocada, y dio lugar a una agrupación burocrática de la docencia. La asamblea de la docencia autoconvocada decidió convocar a un conjunto de organizaciones para avanzar en la conformación de una coordinadora de lucha que apunte a un paro activo provincial y la huelga general.
La reunión de coordinación se concretó en Adiunt, el sindicato combativo de la docencia universitaria. A la misma se sumaron directivos del sindicato de trabajadores judiciales, representante de la asamblea autoconvocada del hospital del Carmen, representantes de la Asambleas Docente Autoconvocada de la ciudad de Monteros; directivos de SADOP, y de algunas organizaciones sociales, entre ellas el Polo Obrero. Enviaron sus adhesiones representantes de varias reparticiones estatales (Dirección de Arquitectura-DAU; Construcciones Escolares; Dirección Provincial del Agua- DPA). Se hicieron presentes también directivos del SITAS (salud), en este caso a título de observadores.
Como resultado de las deliberaciones, se acordó convocar una concentración el lunes 10 en Monteros, el martes 11 en la puerta de ATEP a la mañana, el martes 11 a la tarde en ciudad Alberdi y el jueves 13 a una concentración general en la plaza Independencia.
