Jujuy: el Partido Obrero frente a las elecciones adelantadas

Escribe Iñaki Aldasoro

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El miércoles pasado se han presentado las listas del FIT-U de cara a las próximas elecciones provinciales del 27 de junio próximo sin ningún militante del PO jujeño. El PTS y el MST jujeños han consumado la exclusión del 100% de nuestra militancia de las listas del FIT-U, avalando para ello la intervención de última hora de nuestra personería, perpetrada por la camarilla que hoy oficia de dirección del PO oficial a nivel nacional. Alejandro Vilca, dirigente del PTS y candidato a diputado provincial en primer término, no vaciló en declarar: “estamos muy contentos de haber ampliado el Frente de Izquierda Unidad junto a los compañeros del MST, PO y la IS…” (LID 12/5). La mentira no duró ni un suspiro ya que los medios de comunicación rápidamente señalaron la ausencia de militantes del PO en la lista y en su presentación pública, sobre todo del aún diputado provincial Iñaki Aldasoro. Para zafar, alegó que no quisimos integrar la lista del FIT-U. Los medios tampoco le creyeron.

Oportunismo

La maniobra de liquidación del FIT-U, que presenta a un sello como sucedáneo de “unidad”, ocurre cuando se encuentra en pleno declive. El 20% de los votos obtenidos en 2017, se redujeron al módico 2 y pico por ciento de la elección siguiente. El PTS se ha quedado con los tres primeros candidatos, lo cual refleja varias cosas. El resto de sus aliados no existe, y él mismo delata aspiraciones que no tienen sentido alguno en cuanto a los diputados que pretende consagrar. El FIT-U traspira aparatismo por donde se lo mire. No es un factor de reagrupamiento de los luchadores jujeños sino un atentado político contra ese objetivo.

Intromisión Estatal y adaptación política

Este pacto entre bambalinas ha servido esquivar una discusión franca acerca de las relaciones de fuerzas reales entre los partidos del FIT-U, pero en especial acerca del balance político de su derrumbe en la provincia. Al final, la lista del FIT-U es un producto de la Justicia Electoral, no de un debate entre militantes, que falló a favor de un aparato que carece de militantes. La respuesta a esto ya la dio el PTS varias veces: ‘es un asunto entre ustedes’. Como ente esos ‘ustedes’ hay decenas y decenas de militantes, vinculados a los sindicatos y a numerosos luchadores, esa respuesta es un ataque al objetivo más importante de cualquier unidad, que es sumar para la lucha. Es la respuesta típica de un aparato. La legalidad del Partido Obrero fue conquistada en la provincia por sus militantes; ahora es usurpada desde el microcentro porteño.

Quienes desprecian la importancia de la injerencia del Estado en un partido obrero, olvidan que ella ha permitido al gobernador Morales bloquear la rotación en la representación parlamentaria del FIT en Jujuy. La medida ataca el método que ha permitido la formación del FIT, de modo que equivale a una proscripción política específica. Pero los aparatos, por definición carecen de principios, sólo tienen apetitos. Con esta metodología es imposible ganar a lo más activo de la clase para construir un partido revolucionario.

Durante un cierto período, el PTS ha ejercido una suerte de “cretinismo anti-parlamentario”, al oponerse a la presentación de proyectos de leyes. Desde hace ahora ya un largo tiempo, se ha pasado de rosca hacia el lado opuesto – al “cretinismo parlamentario”. Este consiste en sustituir la política de la acción directa independiente de las masas, por el llamado a “acompañar” los proyectos de leyes que se le ocurre a su círculo estrecho. La finalidad electorera se confiesa sola. El PTS dio su voto aprobatoria a la discusión de un proyecto de ley de emergencia de género impulsado por el gobernador Morales, cuyo único propósito era desmovilizar una enorme rebelión de las mujeres y el pueblo jujeño contra la ola de femicidios en la provincia (ver nota). Ningún gobierno capitalista tiene el propósito y la capacidad para extirpar la violencia contra la mujer, que es una de las más brutales de la violencia propia de una sociedad donde una clase gobierna contra la otra. La apelación sistemática a la legislatura para resolver las reivindicaciones que sólo pueden arrancarse por medio de la movilización y la lucha, muestra el lado reaccionario del cretinismo parlamentario. El declive del FIT-U del 20% al dos y pico tiene que ver con esto.

El retroceso no ha sido sólo terreno electoral. Es particularmente fuerte en el municipio de Libertador, donde el FIT ganó la elección con un apoyo abierto del Sindicato de Obreros y Empleados del Ingenio Ledesma (Soeail), quien hasta se movilizó contra el intento de fraude del gobierno de Morales. El PTS rechazó enseguida la pelea por la presidencia del Concejo, donde era primera minoría holgada, alegando que no cerraría un acuerdo parlamentario con los partidos patronales. Coincidimos. También en Salta, nuestro PO rechazó ese acuerdo, no obstante lo cual reclamó esa presidencia en nombre del mandato popular. Una movilización popular por la presidencia del Concejo habría implicado un esbozo de doble poder nada menos que el territorio de Blaquier. El lector debe apreciar que esta lucha de tendencias dentro de la izquierda encierra grandes enseñanzas, por eso los aparatos la desvían hacia el agravio y el faccionalismo sin contenido

Un nuevo desafío

De cara a las próximas elecciones, el FIT jujeño -ahora FIT-U desde la incorporación del MST-, denuncia el “bipartidismo”, no al conjunto del régimen de Morales. Desplaza la política de la izquierda, otra vez, de la acción directa a un parlamentarismo superficial, electorero. La víspera electoral se distingue por el fenomenal derrumbe del PJ - un sector se ha integrado a la coalición del gobernador (Primero Jujuy). El resto se presenta dividido en al menos cuatro alianzas. La coalición encabezada por Morales viene retrocediendo, según coinciden varias encuestas. Morales promete cambiar la matriz productiva de Jujuy en torno al litio y la energía solar, o sea un negocio que pone como condición la transferencia de beneficios al exterior y por lo tanto la libertad camibaria. Por parte de Morales, solo ha sido una plataforma de negociados capitalista. Lo único que ha crecido en la provincia son los índices de desocupación, miseria, hacinamiento habitacional.

La gestión capitalista de la pandemia ha provocado un colapso hospitalario, crecimiento de los contagios en los lugares de trabajo y la tasa de mortalidad más alta del país. Los hospitales jujeños siguen vaciados y ha avanzado la tercerización. Las clases presenciales se han cobrado la vida de catorce docentes. La asistencia económica a desocupados y sectores abajo de la línea de pobreza es nula.

Bajo este cuadro, se han comenzado a desarrollar nuevas luchas y autoconvocatorias, en docentes, salud, en las barriadas, en municipales (Seom), en precarizados, y de mujeres, jóvenes y familiares contra los femicidios. Desde la bancada del PO, vinculado a la Tendencia, hemos impulsado la acción obrera independiente. Esto ha redundado en un importante desarrollo partidario y del Polo Obrero.

El adelantamiento electoral se cruza con un nuevo colapso sanitario. Es necesario el cese de toda actividad no esencial, y las clases presenciales. Un subsidio universal a todos los desocupados, changarines y cuentapropistas, equivalente al 80% de la canasta familiar. Conectividad e insumos tecnológicos gratuitos para garantizar la educación virtual. El reforzamiento del sistema de salud; ampliar la capacidad de internación en terapia intermedia e intensiva, y acabar con la precariedad laboral y los salarios de hambre en la Salud. La ocupación de toda fábrica que cierre o despida y el establecimiento de protocolos obreros en la actividad esencial. Para construir viviendas populares y de urbanización de los asentamientos y villas, es necesario el no pago y la investigación de la deuda usuraria provincial, estatizar el Banco Macro, poner un impuesto extraordinario al pulpo Ledesma (a la que subsidian el etanol) y a las mineras, bajo control de los trabajadores. .

Con este planteo vamos a intervenir en la campaña electoral. El FIT-U no defiende este programa y su método político. Al admitir a un sello en sus listas y excluir a una organización obrera y socialista, admite que es un freno político en cuanto al desarrollo de la vanguardia obrera. Utilizaremos el programa expuesto como nuestra boleta electoral e impulsaremos comités de activistas en apoyo a esta intervención.

Llamamos a las organizaciones obreras y populares, al Seom, a las Madres del Dolor, a las organizaciones de la mujer, a las barriales, a los docentes y trabajadores de la Salud autoconvocados, y a los luchadores de todas ellas a participar de un Plenario Abierto para discutir este programa y esta política.

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