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La toma “La Familia” nació en el 2003, con la ocupación de un terreno ocioso de seis cuadras que fue del Ejército primero y luego de la provincia. Está ubicado en pleno centro de la ciudad de Neuquén y, pese a que está rodeado de todos los servicios, el gobierno se negaba a regularizar la situación de los vecinos, ya que bloqueábamos sus negocios inmobiliarios.
Los vecinos nos mantuvimos siempre movilizados, reclamando la regularización. La dilación fue moneda corriente. Ahora que el partido provincial (MPN) ha recuperado la intendencia de la ciudad, quiere evitar a toda costa los conflictos. En agosto de año pasado, viendo los anuncios millonarios del “Plan Capital” de inversión en obras para la ciudad, los vecinos decidimos llamar a una conferencia de prensa y anunciar un plan de lucha que consistía en asamblea por manzana, elección de delegados y luego medidas de acción directa, discutidas en una asamblea grande. En esta, finalmente, se resolvió cortar la calle por tiempo indeterminado, hasta que no aparecieran las obras en el barrio.
A raíz del corte, nos reunimos con el vicepresidente del IPVU (Instituto Provincial de la Vivienda), quien no nos da ninguna respuesta. Sólo al profundizar las medidas -con un corte en una arteria importante- fue que luego de cuatro días de lucha, los funcionarios del IPVU bajaron junto al Defensor del Pueblo con un acta acuerdo, donde se comprometían a finalizar la electrificación y comenzar con el resto de los servicios, todo con fecha de inicio y terminación, además de los costos de movimiento de paredes etc. Se hacían cargo de la vivienda.
La aceptación de la propuesta y la creación de una comisión de seguimiento fue el paso que hoy nos encuentra con el llamado a licitación para la concreción de la obra de los servicios, tan importantes para un sector que durante 18 años no dejó de luchar. Compartimos nuestra lucha y este grato momento.
