Debates y conclusiones de los plenarios de delegados de SUTEBA

Escribe Mariano Hermida

Tiempo de lectura: 4 minutos

Convocados por el SUTEBA, entre los días 17 y 18 de mayo se llevaron adelante plenarios de delegados en todos los distritos de provincia de buenos aires. Las reuniones se desarrollaron con el telón de fondo de un avance sin precedentes de la pandemia en la provincia y en el país, batiendo records de contagios y fallecimientos.

La dirección del sindicato convocó a las reuniones de manera intempestiva, lo que tuvo como consecuencia que las reuniones sean con pocos participantes y que los delegados que participaron lo hicieran en nombre propio, ya que no pudieron realizar asambleas en sus escuelas para concurrir a las reuniones con el mandato de sus compañeros. Como es costumbre, los encuentros tuvieron un carácter “informativo” y no hubo posibilidad de presentar mociones y de votar. En los distritos dirigidos por la multicolor se resolvieron medidas de lucha si el gobierno no extiende la suspensión de la presencialidad escolar en el AMBA.

En las reuniones de delegados, la dirección del sindicato se dedicó fundamentalmente a aplaudir la gestión de la pandemia que ha realizado el gobierno, cuando la crisis social y el avance de la pandemia están formando un coctel explosivo para cualquier analista político. Con más de 7 millones de personas adultas bajo la línea de la pobreza y más del 60% de los niños en la misma condición, una inflación galopante que día a día se carcome los salarios, las jubilaciones y la poca “asistencia” social que existe, la lista celeste sale a rendirle pleitesía al gobierno nacional y provincial, que sigue la ruta del ajuste “fiscal” que le ha marcado el FMI para llegar a un nuevo acuerdo colonial.

Presencialidad “administrada”

El gobierno provincial se encuentra sosteniendo la suspensión de la presencialidad escolar en 47 de los 132 municipios de la provincia de buenos aires. Incluso ha retomado la presencialidad en algunos en los que estaba suspendida (Bahía Blanca). En los hechos, Kicillof se encuentra aplicando la presencialidad “administrada”, es decir, suspendiendo la presencialidad cuando el distrito haya superado un límite de contagios, ocupación de camas y muertos “tolerables” (“alerta epidemiológica”). Pero incluso distritos como Bragado, Ameghino, Chivilcoy, General Lavalle, Pergamino y General Pueyrredón, que cuentan con índices superiores a lo establecido por el DNU Presidencial y el propio Decreto Provincial para mantener la Fase 3, la presencialidad se sostiene. En los últimos once días, sólo en Mar del Plata, fallecieron 5 compañeros docentes a causa del covid. Ante esta situación la dirección provincial del sindicato se ha limitado a sacar un comunicado solicitando que el gobierno “evalúe” el pase a fase 2 de estos siete distritos y no propuso en las reuniones de delegados ningún plan de acción ni medida de lucha para conseguirlo. La provincia de Buenos Aires también está sosteniendo, en todos los distritos, la presencialidad en el nivel especial. Este punto fue incluso cuestionado por delegados celestes y miembros de las directivas de diferentes seccionales.

La burocracia sindical, que a principios de año avaló el regreso a la presencialidad, firmando protocolos “seguros” sin el aval de ningún docente para ello, ahora sostiene la presencialidad “administrada” al compás del gobierno nacional y provincial. En esta línea también ha apoyado la última resolución provincial “Escuelas Abiertas”, que está siendo utilizada por inspectores y directivos para convocar a la docencia a realizar “guardias” presenciales (fuera del estatuto) y a trabajar presencialmente con aquellos estudiantes que no han podido continuar la educación de manera virtual. Bajo el eufemismo de que debemos ser “solidarios” y presentarnos a las escuelas a contagiarnos, la lista celeste pretende ocultar que el Estado no ha garantizado lo más elemental para garantizar la continuidad pedagógica: dispositivos y wifi.

La paritaria docente firmada a principios de año- sin mandato- fue del 35% en cuotas. El último “tramo” la docencia lo cobrará en Agosto (7%). Con una inflación interanual proyectada de casi el 50% es más que evidente, que el salario docente, perderá como en la guerra. Sin embargo, la dirección del sindicato ni abrió la boca sobre este punto.

Pliego de reclamos

Desde nuestra Tendencia, junto a otras agrupaciones multicolores y anti burocráticas del sindicato, intervenimos colocando toda la agenda de las reivindicaciones de la docencia: la suspensión de la presencialidad en todos los distritos bonaerenses y en el país, el reclamo de la vacunación para la docencia y toda la población, la necesidad de la reapertura de la paritaria docente por un salario mínimo que cubra el costo de la canasta familiar, el establecimiento de una garantía salarial para todos aquellos compañeros que no han podido tomar horas/módulos, el desdoblamiento de los cursos súper poblados y el nombramiento de todos los cargos faltantes para abrir nuevas fuentes de trabajo. Propusimos la convocatoria a un plenario provincial de delegados con mandato de escuela para votar un plan de acción por todas estas demandas y señalamos la importancia de los comités de base y las auto convocatorias de docentes contra la presencialidad en pandemia, que se han forjado en este tiempo. Por último, sostuvimos que ante cualquier intento del gobierno de avanzar con la presencialidad en aquellos distritos donde rige la suspensión, el sindicato debía preparar la huelga, en defensa de la vida y la salud.

La conducción de SUTEBA ha perdido todo atisbo de independencia política para defender consecuentemente los derechos de la docencia. Baradel y la lista celeste enfilan sus cañones hacia las elecciones legislativas “para que no gane la derecha”, pero a costa de haber renunciado a dar ninguna lucha que le cause alguna “molestia” al gobierno actual, que está aplicando el ajuste que reclama el FMI para llegar a un nuevo acuerdo colonial (para antes o después del proceso electoral) y sostiene el pago de la deuda en el peor momento de la pandemia, cuando la población debería ser asistida con todos los recursos necesarios para poder realizar medidas de aislamiento. La docencia debe seguir el camino opuesto. Impulsar la lucha por el conjunto de sus reivindicaciones más urgentes mediante un plan de acción, promoviendo asambleas por escuelas, plenarios de delegados con mandato y la coordinación junto al resto de la clase obrera.

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