“A pata y pulmón”, el Polo Obrero Tendencia hizo valer los reclamos

Escribe Leonardo Perna

Tiempo de lectura: 3 minutos

La jornada de lucha “a pata y pulmón” que el Polo Obrero Tendencia desarrolló este jueves ganó la atención popular desde temprano. Venciendo las dificultades de acceso, compañeros de la zona oeste del conurbano se empezaron a encontrar en Liniers a la mañana. Lo mismo ocurrió en la Estación Darío y Maxi en Avellaneda. El desafío de llegar marchando al ministerio de Desarrollo Social no era una tarea fácil de afrontar - los separaban 14 km al punto de llegada. Mientras arrancaba la marcha, una columna de compañeros de Caba enfiló hacia el Ministerio, con la tarea de mantener una presencia desde temprano y recibir con alimentos a los compañeros que llegarían marchando. La UJS de los barrios marchó con su propia delegación y bandera. Las columnas durante toda la jornada mantuvieron el distanciamiento sanitario y el cuidado con barbijos y alcohol.

Los funcionarios del Ministerio trataron de que la marcha no se realice. Ofrecieron mesas de reunión inexistentes, mientras se preparaba en Puente Pueyrredón y frente al Ministerio un gran operativo policial. No les importaban los miles de compañeros movilizados ni las urgencias económicas tras las nuevas restricciones y el pico de contagios. Tampoco parece preocuparles que no haya IFE, ni nuevas partidas de alimentos, que salarios y jubilaciones estén debajo de la línea de indigencia y que el 42% de la población este empobrecida.

Al pie del Puente Pueyrredón, el despliegue policial intentó prohibir el paso hacia capital a nuestra columna de más de 700 compañeros. De manera decidida los compañeros cortaron ambos carriles del puente y establecieron una negociación en sus términos, durante varias horas. Mientras tanto, la llegada de la columna de Capital con 600 compañeros cortaba todos los carriles de Av. 9 de Julio al llegar al edificio del Ministerio. El gobierno fracasaba en su intento de “invisibilizar” una movilización piquetera.

Para el mediodía la voluntad de los compañeros fue redoblar el paso, y llegar lo antes posible a la 9 de julio para encontrarse con el resto de las columnas. Desde Liniers, más de 1.400 compañeros no aflojaban y desde Avellaneda cruzaban por el puente viejo entrando a capital con mucho entusiasmo. Los medios de comunicación de radio, televisión y portales empezaban a mostrar la relevancia de la acción: las necesidades de los más de 3 millones los nuevos desocupados desde el año pasado a hoy quedaron expuestas.

A pata y pulmón, las columnas llegaron a la 9 de julio, con la moral alta por el encuentro de los compañeros. La presión para doblegar la intransigencia del gobierno se incrementó. Fuimos miles con la avenida totalmente cortada. La acción tuvo un impacto clave y sensible en horas cruciales, cuando se estaba a horas de un posible cierre total por el pico de contagios y en el marco de la desesperación que recorre a los 9 millones de hogares a los que se le corto el ingreso familiar de emergencia (IFE). En esas horas, el ministro Arroyo mentía en televisión, afirmando que los referentes del Polo Obrero Tendencia “le cortaban la llamada”, y que, “conmovido” por lo que veía en televisión nos quería recibir. Lejos de eso, llegaban más policías, gendarmería y carros de asalto al edificio. El gobierno preparaba una provocación.

Mientras nuestra dirigente Eva Gutiérrez intervenía en asamblea informando a los compañeros la situación en la que se encontraban las negociaciones, la Infantería empezó a avanzar sobre la columna. De manera absurda, porque la movilización estaba ya culminando. Rápidamente se reforzaron los cordones de seguridad del Polo buscando el cuidado físico de todos nuestros compañeros presentes. Con fuerza y canticos contra la policía, como si nadie hubiera marchado tantas horas, las columnas de la Tendencia repudiaron la acción policial. Con la compañera Eva en el primer cordón, y los medios nacionales en vivo, el gobierno quedó expuesto como nunca. Se vio que al hambre y la desocupación están dispuestos a responderle con palos. Lo que deja en claro la jornada es que el acuerdo con el FMI y el capital internacional no cierra sin pobreza, ajuste y represión.

Durante el avance de la Gendarmería, varios oficiales provocaron con palazos, patadas y golpes, una compañera sufrió una quebradura en su mano y otros varios resultaron heridos. Presentaremos las denuncias judiciales pertinentes. Cerrando la jornada, nuestra columna se retiró de manera organizada, asegurando la integridad física del conjunto de los compañeros.

En el marco de la represión, los funcionarios, bajo el impacto público y el aguante de nuestra columna, cedieron a una tanda de reuniones con funcionarios que tienen poder de decisión, que empezarán el día viernes. Esta acción y plan de lucha del Polo se replicó en las provincias con cortes de ruta y movilizaciones en Chaco, Salta, Tucumán, Misiones, Santiago del Estero y San Juan, en plan de lucha junto al MTR-H, en algunas de las provincias movilizadas. La movilización representó a 98 comedores y a 221 merenderos a nivel nacional.

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