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Ha pasado ya un mes y medio desde que tomó estado público el quorum que facilitó el oficialismo a Capitanich para que el presupuesto fuera aprobado por la Legislatura de Chaco. El 30 de diciembre pasado, cuando se debatía la ley de presupuesto 2020, la sesión quedó sin quórum como resultado de una crisis entre el oficialismo provincial y la UCR. Cuando el tratamiento del proyecto naufragaba, el bloque de Capitanich gestionó la obtención del voto que le faltaba para ese quórum con el PO oficial de la Provincia. Varios medios de comunicación informaron y comentaron lo ocurrido. Una carta de lectores enviada al Diario “Norte” da cuenta del disgusto provocado por este hecho entre la izquierda y los luchadores de Chaco. Hace varias semanas atrás, “Política Obrera” publicó un pedido de explicaciones de parte de un grupo de militantes y simpatizantes del PO chaqueño, que denuncian el quórum otorgado por el PO y, principalmente, el silencio posterior por parte del aparato oficial.
Ha pasado un mes y medio, sin otra respuesta que la catarata de insultos que el responsable del aparato partidario en el Chaco les prodigó a los compañeros de la provincia que cuestionaron esta conducta. La dirección del Partido Obrero, sin embargo, no ha hecho pública la posición oficial del PO nacional, a pesar de la gravedad política de lo ocurrido: la habilitación al presupuesto provincial del gobierno y el Estado que van a pagar la deuda usuraria a costa de los jubilados, de las provincias y de sus trabajadores.
La única respuesta que ha dado a título propio Juan García en “Prensa Obrera” no desmiente ni critica el servicio prestado a Capitanich: lo justifica. Alega que el diputado del PO habría regresado a la sesión agónica para “pelear” por el presupuesto educativo del Chaco –algo que nunca podría depender de su voto solitario. Su monobanca sí resultaba decisiva, y así lo fue, para que NO se cayera la sesión de los ajustadores. En esa circunstancia, la sesión fue rescatada por el oficialismo del PO. La dirección nacional evita decir si apoya esa justificación.
Exigimos una definición pública.
