Tiempo de lectura: 2 minutos
La crisis habitacional sigue escalando tras el anuncio del ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat que canceló el DNU 320 que prohibía desalojos, congelaba aumentos y renovaba inmediatamente alquileres. Más de 300.000 inquilinos tienen deudas de 5 meses o más que no pueden pagar, a pesar del “Ahora 12 de alquileres”. El 53,5% de los ingresos totales de una familia se destinan al pago del alquiler, indica una encuesta de Inquilinos Agrupados. Cuando las organizaciones de inquilinos presentaron una medida cautelar para la suspensión de desalojos, la Justicia recomendó al ministerio “relevar” la situación de los inquilinos. El ministerio de Salud respondió que el ministerio de Hábitat no le consultó acerca de las consecuencias sanitarias de los desalojos. Los desalojos aumentaron la exclusión de las familias trabajadoras de los lugares con mejores servicios, espacios utilizados por el capital inmobiliario y desarrolladores. Los precios de los alquileres, sin controles, han superado la inflación interanual.
Los alquileres en CABA se subieron un 70% en sólo un año. Un departamento de dos ambientes (50 m2) cuesta $36.171 por mes, según relevamiento realizado por la plataforma Zonaprop. Una unidad de tres ambientes y 70 metros cuadrados se alquila por $50.211 mensuales. Esto más gastos de servicios y expensas. El aumento de alquiler, en los últimos doce meses, asciende a 69,5%. Un 2,2% por encima de la Unidad de Valor Adquisitivo del BCRA (UVA) (Infobae, 5/5).
Un relevaminento del CESO revela que durante 2021 se observa una caída en la cantidad de unidades publicadas para alquiler del 22,8% respecto de diciembre de 2019. Sin embargo, el informe advierte que la “mayor barrera” para alquilar son los “bajos ingresos”.
La ley establece la actualización anual automática de los alquileres por un índice que se compone 50% por inflación, 50% por salarios. Los nuevos contratos han sido establecidos en precios más altos, para cubrir los gastos de comisión de las inmobilarias -antes a cargo del inquilino- y, sobre todo, para asegurarse una renta que al menos iguale a la inflación.
Por otra parte, el registro de los contratos de la AFIP fue un poco superior a los 100.000, habiendo más de 9 millones de personas que alquilan: del total de propietarios que ofrecen alquiler sólo declaran el 21%, la evasión a la AFIP es del 75%. Los controles del ministerio son inexistentes.
El gobierno vino anunciando créditos y planes de construcción insuficientes para solucionar la crisis habitacional. Muñoz, representante de Inquilinos Agrupados, que apoya al gobierno, indica que “la única forma en Argentina de acceder a la vivienda es alquilando” (22/5), “el sueño de la casa propia es imposible”, “sólo podemos aspirar a alquilar dignamente” y que la ley de alquileres no se aplica. Muñoz no movilizó ni una sola vez para evitar desalojos, y por eso fue invitado a la mesa de coordinación de alquileres en la provincia de Buenos Aires, con el “Cuervo” Larroque, Rubén Pascolini y Federico Kulekdjian.
Engels decía que la solución al “problema de la vivienda” no pasa por igualar el alquiler a una forma de “explotación”, o convertir a los inquilinos en propietarios, esto es, en deudores hipotecarios (“volver a reproducir el problema en otra forma”, decía Engels), sino cambiar el carácter social de la propiedad social de individual a colectiva. Los trabajadores deben organizarse en función de esa perspectiva.