Elecciones en Jujuy: fraude electoral de la UCR macrista y el peronismo ‘nacional y popular’

Escribe Iñaki Aldasoro

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Las elecciones del pasado 27 de junio estuvieron atravesadas por denuncias de manipulación, irregularidades e incluso fraude. Lo ocurrido con posterioridad las confirman.

Durante los comicios no hubo garantías para el ingreso de los fiscales generales a las escuelas; también se impidió fiscalizar la carga de las actas que hace la empresa informática, lo que impide constatar que se subieran los datos fehacientes de las actas tomadas en las escuelas. Asimismo, se ha denunciado la llegada de urnas abiertas o sin faja al lugar donde se remiten a la espera del escrutinio definitivo.

La cuestión del fraude afecta al FIT-U. Ocurre que, aunque el FIT-U obtuvo el 7,5% de los votos emitidos, el nivel de abstenciones (más del 35%), reduce ese porcentaje por debajo del 5%, cuando se lo mide con relación al padrón general - algunas décimas menos de las necesarias para superar el piso que exige la ley electoral para ingresar a la Legislatura. Una parte importante del electorado manifestó su repudio o desinterés político por medio de la abstención. De todos modos, las décimas que le faltan al FIT-U para romper esa barrera legal, pero proscriptiva e incluso más allá de esto, serían el resultado del fraude perpetrado por Morales. El FIT-U ha anunciado que iniciará acciones legales, en principio ante la Junta Electoral. Con este fraude la UCR y el PJ pretenden repartirse el 100% de las bancas en juego, y afianzar la ‘co-gobernabilidad’. Todo muy “republicano”. Este mismo fraude pretende, en Palpalá, declarar triunfadora a una lista del peronismo en perjuicio del FIT-U, y arrebatarle la mayoría relativa en el Concejo Deliberante. No hay duda que el gobierno nacional de los Fernández conoce las operaciones electorales fraudulentas de Morales y el peronismo, y las apoya en su propio interés.

No es el primer intento de fraude que sucede en la provincia, ni el primero contra la Izquierda (FIT); ahora le toca al FIT-U. En 2017, la lista de FIT ganó las elecciones de Libertador (Ledesma), pero el radicalismo se adjudicó el triunfo y rechazó la apertura de las urnas para corroborar los votos. Sólo la movilización del pueblo de Libertador, con los obreros de Ledesma a la cabeza, logró torcer el brazo; Morales tuvo que aceptar, o sea ordenar, la apertura de las urnas, lo que finalmente confirmaría el triunfo de FIT. Por las razones que hemos dado en un artículo anterior, el FIT-U quedó muy lejos, en Libertador, de aquella elección.

Lo que ocurre en Jujuy tiene un alcance nacional, porque se trata de una operación conjunta del ala radical del macrismo con el peronismo que gobierna el país. Hay un frente de hecho de un ala del gobierno con un sector muy amplio de radicales que se han distanciado, en JxC, de la fracción de Macri.

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